31/10/08

Cary Grant



Arsénico por compasión, de Frank Capra

ser Cary Grant

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Todo el mundo quiere ser Cary Grant. Incluso yo quiero ser Cary Grant.
_Cary Grant
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los géneros cinematográficos

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_Hay películas que no se adscriben a un género cinematográfico concreto, algunas los ensanchan o crean subgéneros y muchísimas películas, la mayoría, son películas de género. En el Hollywood clásico se apeló al star system tanto como a los géneros bien definidos, con resultados de taquilla destacables.
_Centrando la cuestión en los géneros cinematográficos conviene decir que tienen ventajas para las productoras porque al delimitar a qué género pertenece, cada película se asienta en unas bases y normas, las convenciones propias de cada género, incluso si ocasionalmente las trasciende o las esquiva, y además es una manera de crear y captar un público afín con el propio género. Para el espectador el cine de género tiene la ventaja de que le es fácil ver una película del género que prefiere, en teoría de las que más le gustan, pues hay espectadores de género tanto como películas de género, y también es una ventaja para el espectador que quiere ver una película de cierto género en un momento concreto. A veces queremos ver una comedia, o una del oeste o...
_Las convenciones de todos los géneros se toman licencias, como casi todo el cine se toma muchas licencias dicho sea de paso. La ciencia-ficción, el cine fantástico, la animación y el musical por ejemplo no se basan mucho en la verosimilitud, incluso prescinden deliberadamente de ella, y más bien se basan en la imaginación, idealización, exageración, deformación, intensificación... Hay que recordar que el cine suele tener ya de por sí bastante poca verosimilitud si nos fijamos en las elipsis temporales, pues en apenas hora y media una película recorre días o incluso años, décadas, siglos... Pocas películas intentan ser en tiempo real, por ejemplo. Y el cine suele idealizar, exagerar, deformar o manipular intencionadamente la realidad con voluntad expresiva, como por ejemplo en el apartado del director de fotografía, que a menudo atenúa o intensifica los colores reales, por no hablar de los subrayados, contrapuntos y demás efectos que puede lograr la incorporación de música ajena al sonido real de la película... Con esto quiero decir que la verosimilitud, en fin, quien busque verosimilitud quizá no vea una película estrictamente verosímil en toda su vida, y el cine no tiene que ser verosímil en realidad, puede serlo, puede ser simbólico, puede ser de muchas maneras, y en el mejor de los casos llega a lo mejor del corazón de las personas.
_Algunos géneros son, fueron o serán muy populares, pero (más allá de su éxito en las taquillas del cine o en las televisivas y cibernéticas) todos los géneros ofrecen magníficas posibilidades para que, con talento, se puedan crear películas maravillosas. La realidad, claro está, es que la mayoría de las películas de todos los géneros (incluso las que no se adscriben a ningún género) no son obras maestras ni películas de gran nivel, pero se debe siempre a una cuestión de talento, pues hacer una buena película no es fácil, igual que hacer cualquier cosa bien en la vida, y sobre todo en el arte, no es fácil.
_Todos los géneros han dado obras maestras a la historia del cine, sin embargo parece que cada uno de los géneros tiene sus detractores, y es habitual despreciar géneros enteros (¡ahí es nada!) ignorante o injustamente, porque no se han conocido sus mejores obras sino las del montón (con lo que se juzga no desde la cima del género sino desde la mediocridad y la maleza) o porque no se disfruta con el género en concreto y se toma al género por equivocado cuando en realidad cada género ofrece unas convenciones y el espectador acepta su liturgia o no la acepta, pero las bases de cada género no son buenas ni malas, están más allá del bien y del mal... sin embargo hay quien se erige en inquisidor y considera que si algo no le gusta es porque es malo, y eso es injusto porque las cosas no son buenas o malas porque nos gusten y en cine, ¿quién tiene la última palabra de lo que tiene calidad y no la tiene siendo que la apreciación del arte es subjetiva y ni la propia crítica cinematográfica es unánime siempre?. Todas las opiniones sobre arte merecen ser escuchadas pues en teoría puede aportar tanto la de un recién llegado como la de un experto en la materia... cada cual tendrá su vida a cuestas y su bagaje, incluso sus prejuicios a cuestas, pero cuando alguien desprecia un género por completo porque no le gusta ese género lo honrado en mi opinión es sencillamente decir que no le gusta el género y no intentar arruinar el placer a los que sí lo disfrutan, haciéndolo de menos. Ese género no es para mí, y se va uno a ver películas del género que le guste. Sin embargo se harta uno de oír que el musical es inverosímil, el menosprecio también en literatura del terror y el erotismo, y del cine sexual las peores pestes imaginables, la animación hay quien no la considera ni cine, el western lo acusan de mil cosas despreciables, el cine bélico se deja en menos de lo que es a veces, el de aventuras se califica de simple escapismo y entretenimiento banal, el romántico lo dejan en almibarado y convencional, el drama es calificado de pretencioso, los melodramas son tildados de exagerados o lacrimógenos, y sin extenderme más el documental queda relegado a ser como el hermano pobre del cine, por no hablar de las veleidades artísticas que se critican a menudo al film-ensayo. Y la lista sería más larga, pero son todo acusaciones generalizadas que no se sostienen en pie ante un análisis con conocimiento de causa de las obras maestras de la historia del cine que pertenecen a cada uno de los géneros. Hay películas que son así, pero todas las películas del mismo género no son iguales, es homogenizador y reduccionista generalizar por lo bajo, es despreciar la grandeza de cada género, la grandeza de las obras logradas de cada género, y despreciar al propio cine, robarle parte de su grandeza.
_La historia del cine muestra la existencia de obras maestras en todos los géneros, lo que sucede es que se critica todo un género completo (miles de películas que nadie hemos podido ver por completo, con lo que todos empezamos por ser ignorantes) sin mirar sus obras más logradas, las que verdaderamente son el florecimiento del género, su sentido, su razón de ser y su gloria. Miran las obras corrientes o malas y despectivamente concluyen que el resto serán iguales, pero no han visto ni la entrada del piso... o aunque hayan visto incluso obras más logradas de un género, como tienen reparo o animadversión incluso a ese género (por razones personales) concluyen, con gran alboroto, dictando sentencia, que el género es despreciable, sus bases están equivocadas o cosas por el estilo. La realidad es que se consideran más que nadie, su palabra es la última palabra, y si un género no les gusta consideran que el género es malo, ofende por lo visto a su intelecto o sensibilidad superior, y lo critican por todos los lados.
_Sin embargo cada género tiene sus convenciones, que el espectador acepta o no acepta, no tiene porqué aceptarlas pero que no le hagan disfrutar no significa que sean convenciones equivocadas, que el género tenga pegas. A mí el género bélico no me entusiasma por lo general, pero he llegado a la conclusión de que sus bases no pueden estar equivocadas cuando hay películas bélicas que están logradas, y no las he visto todas, claro, debe haber más. Además incluso cuando no se ha visto mucho de un género habría que dar el beneficio de la duda, y pensar que entre lo que no hemos visto puede haber una obra lograda. Como siempre que la película sea buena depende del talento, no del género que se aborde, ni siquiera en gran parte de los medios que se disponga, pues de ser así cuanto más cara fuera una película mejor sería, y está claro que ha habido presupuestos de quitar el hipo que han dado unas películas para echar a correr y no parar hasta llegar a Marte. Y repito, quién dice que sólo es una buena película si a él le parece buena, hay que respetar las opiniones ajenas, pues el cine y el arte no son matemáticas. Al menos hay que tener la humildad de considerar que uno puede tener un prejuicio, un mal día o una incapacidad para comprender totalmente una película. Y quien no tenga esa cierta humildad más que cinéfilo o crítico se cree el padre del invento, una autoridad en la materia, como las autoridades sanitarias que advierten...
_Cada género apela a unas convenciones e incluso sensibilidades, tramas, tratamientos... Hay que darse cuenta de que hay factores subjetivos que nos hacen más afines con unos géneros y nos alejan de otros. A mí el bélico por ejemplo no me atrae porque no tengo la guerra por solución de nada sino más bien por una manera de crear más problemas, pero esto es mi opinión, yo me siento más predispuesto a la comedia por ejemplo, pero de todas maneras el género bélico no está equivocado de raíz pues incluso en dicho género cabe la posibilidad de plasmar sentimientos humanos positivos como la solidaridad o incluso el intento de comprensión del otro, el que se considera enemigo. Todos los géneros son dignos y respetables. Cada película en concreto puede ser criticada pero no por pertenecer a un género u otro, lo que sería como criticar a una persona por ser de tal familia o de tal otra, lo que es una especie de racismo. Sin embargo si alguien por ejemplo tiene reparos (por sensibilidad o cuestiones religiosas) hacia el desnudo, no querrá saber del cine erótico y mucho menos del cine sexual, pero eso no invalida estos géneros.
_Nunca se ha hecho una película que le guste a todo el mundo, y toda película de género además es casi imposible que guste o siquiera la vean quienes se sienten a disgusto con ese género, sin embargo esa película en concreto para otras personas puede ser mala, del montón o una obra maestra de la historia del cine.
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30/10/08

cine musical

_una pequeña cronología del cine musical

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unas palabras...
Cuando era más niño me gustaban las películas de dibujos animados y los musicales... El cine musical me hacía cantar, tararear, y algo así como bailar (para un patoso llamarle bailar quizá sea exagerar) pero sobre todo me producía una gran alegría. Esta pequeña cronología es, por tanto, algo que he hecho agradecido y con placer.
Con algunas reservas incluyo algunos documentales musicales o biografías de personas vinculadas con la música, lo que quizá no sea del todo ortodoxo pues el cine musical no suele ser realista y biográfico sino más bien idealista, fantástico, imaginativo en vez de verosímil... Pero mi amor a la música y el hecho de que el magnífico "Diccionario de Películas. El cine musical" de Joan Munsó (T&B Editores, 2006) también incluya estas películas me ha convencido para incluir estos títulos. Aunque, claro, en las películas de los hermanos Marx habían números musicales y casi nadie las considera musicales sino comedias...
En cualquier caso aquí hay muchas películas, ¡y poco tiempo para verlas, cantarlas y bailar con todas!
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_los felices años 20
En estos años empieza el cine musical con la aparición del sonido sincronizado con la imagen en "El cantor de jazz"
1927 El cantor de jazz, Alan Crosland (USA) con el mítico Al Jolson
1929 Aleluya, King Vidor (USA) la primera obra maestra del cine sonoro
1929 El desfile del amor, Ernst Lubitsch (USA)

_los años 30
En estos años el cine musical se va consolidando poco a poco sobre todo en Estados Unidos, que en el cine musical casi siempre ha sido el modelo a seguir, aunque también existen películas importantes en Alemania y en España.
1930 Galas de la Paramount, Dorothy Arzner, Ernst Lubitsch, y varios (USA)
1931 El congreso se divierte, Erik Charrell (Alemania)
1933 Vuelan mis canciones, Willi Forst (Alemania)
1933 La calle 42, Lloyd Bacon (USA)
1933 Vampiresas de 1933, Mervin LeRoy (USA) maravillosa comedia musical
1934 La alegre divorciada, Mark Sandrich (USA) la primera película de la maravillosa pareja Fred Astaire y Ginger Rogers
1934 El último vals de Chopin, Ger von Bolvary (Alemania)
1934 La viuda alegre, Ernst Lubitsch (USA)
1934 La venus negra, Marc Allegret (USA) con Josephine Baker
1935 La verbena de la paloma, Benito Perojo (España)
1935 Sombrero de copa, Mark Sardrich (USA) con la pareja Fred Astaire y Ginger Rogers
1936 La melodía de Broadway 1936, Roy Del Ruth (USA)
1936 Magnolia, James Whale (USA)
1936 Nacida para la danza, Roy Del Ruth (USA)
1937 La melodía de Broadway, Roy del Ruth (USA)
1938 Alexander's ragtime band, Henry King (USA)
1939 El mago de Oz, Victor Fleming (USA)

_los 40
los años 40 son una época maravillosa para el musical americano con títulos destacados, y también se crean musicales muy apreciables en Gran Bretaña y en España
1940 Fantasia, Ben Sharpsteen y varios autores (USA) la obra maestra de Walt Disney, una maravilla tanto del cine de animación como del cine musical
1940 Melodías eternas, Carmine Gallone (USA) una biografía de Mozart
1940 La nueva melodía de Broadway, Norman Taurog (USA)
1942 Bailando nace el amor, William A. Seiter (USA)
1942 For me and my gal, Busby Berkeley (USA)
1943 Loco por las chicas, Norman Taurog y Busby Berkeley (USA)
1944 Las modelos, Charles Vidor (USA)
1945 Levando anclas, George Sidney (USA) con Frank Sinatra, Gene Kelly...
1945 Ziegfeld, Vincente Minnelli (USA)
1948 Las zapatillas rojas, Michael Powell y Emeric Pressburger (Gran Bretaña)
1948 El pirata, Vincente Minnelli (USA)
1948 Nace una canción, Howard Hawks (USA)
1949 Take me out to the ball game, Busby Berkeley (USA)
1949 El amor brujo, Antonio Román (España)
1949 Un día en Nueva York, Gene Kelly y Stanley Donen (USA) una obra maestra que inició el musical moderno

_los años 50
en los años 50 el musical alcanza quizá sus obras más logradas sobre todo en Hollywood, aunque la cantidad de títulos no sea tan grande como en los 40
1951 The belle of New York, Charles Walters (USA)
1951 Un americano en París, Vincente Minnelli (USA)
1952 Cantando bajo la lluvia, Gene Kelly y Stanley Donen (USA)
1953 Melodías de Broadway 1955, Vincente Minnelli (USA)
1953 Carrusel napolitano, Ettore Giannini (Italia)
1953 Los caballeros las prefieren rubias, Howard Hawks (USA)
1953 Kiss me, Kate, George Sidney (USA)
1954 Ha nacido una estrella, George Cukor (USA)
1954 French can can, Jean Renoir (Francia)
1954 Brigadoon, Vincente Minnelli (USA)
1954 Carmen Jones, Otto Preminger (USA)
1954 Luces de candilejas, Walter Lang (USA)
1954 Siete novias para siete hermanos, Stanley Donen (USA)
1955 Mi hermana Elena, Richard Quine (USA)
1955 Ellos y ellas, Joseph L. Mankievicz (USA)
1955 Siempre hace buen tiempo, Gene Kelly y Stanley Donen (USA)
1956 Invitación a la danza, Gene Kelly (USA)
1957 Una cara con ángel, Stanley Donen (USA) con Audrey Hepburn
1957 La bella de Moscú, Rouben Mamoulian (USA)
1957 Las girls, George Cukor (USA)
1958 Gigi, Vincente Minnelli (USA)
1959 Porgy and Bess, Otto Preminger (USA)

_los años 60
en los 60 el musical se va haciendo más pop, sigue descendiendo la producción y normalmente la calidad pero hay titulos importantes...
1961 West side story, Robert Wise y Jerome Robbins (USA)
1961 Diferente, Luis Mª Delgado (España)
1962 Vivir de ilusión, Morton Da Costa (USA)
1963 Los paraguas de Cherburgo, Jacques Demy (Francia)
1963 Los tarantos, Francisco Rovira Beleta (España)
1964 ¡Qué noche la de aquel día!, Richard Lester (Gran Bretaña)
1964 Mary Poppins, Robert Stevenson (USA)
1964 My fair lady, George Cukor (USA)
1965 Sonrisas y lágrimas, Robert Wise (USA)
1966 Las señoritas de Rochefort, Jacques Demy (Francia)
1967 El amor brujo, Francico Rovira Beleta (España)
1967 Camelot, Joshua Logan (USA)
1968 El submarino amarillo, George Dunning (Gran Bretaña)
1968 The night they raided minsky's, William Friedkin (USA)
1968 Chitty chitty bang bang, Ken Hughes (Gran Bretaña)
1968 Oliver, Carol Reed (Gran Bretaña)
1969 Adiós, Mr. chips, Herbert Ross (USA)
1969 Hello, Dolly!, Gene Kelly (USA)
1969 La leyenda de la ciudad sin nombre, Joshua Logan (USA)
1969 Un, dos, tres, al escondite inglés, Iván Zulueta (España)

_los años 70
en los 70 sigue la tendencia hacia el pop y se realizan menos musicales pero algunos son impresionantes
1970 Woodstock, Michael Wadleigh (USA) resumen del mítico concierto multitudinario
1970 Vuelve a mi lado, Vincente Minnelli (USA)
1971 El violinista en el tejado, Norman Jewison (USA)
1972 Cabaret, Bob Fosse (USA)
1974 La flauta mágica, Ingmar Bergman (Suecia)
1974 Érase una vez en Hollywood, Jack Haley Jr. (USA)
1975 The Rocky Horror Picture Show, Jim Sharman (USA)
1975 At long last love, Peter Bogdanovich (USA)
1976 Esta tierra es mi tierra, Hal Ashby (USA) la vida del cantautor Woody Guthrie, cuya guitarra decía "esta máquina mata fascistas"
1977 Fiebre del sábado noche, John Badham (USA) con Travolta
1977 Dulce Viena, Harold Prince (Austria-Alemania)
1978 Grease, Randal Klaiser (USA)
1979 Empieza el espectáculo, Bob Fosse (USA)
1979 Don Juan, Joseph Losey (Gran Bretaña-Francia)

_los años 80
en los 80 se producen pocos títulos y pocas maravillas pero hay títulos relevantes, y en España destaca sobre todo Carlos Saura
1980 Fama, Alan Parker (USA)
1980 De Mao a Mozart, Murray Lerner (USA)
1981 Dinero caído del cielo, Herbert Ross (USA)
1981 Bodas de sangre, Carlos Saura
1982 Parsifal, Hans-Jürgen Syberberg (Alemania)
1982 La traviatta, Franco Zeffirelli (Italia)
1982 Corazonada, Francis Ford Coppola (USA) esta película arruinó a su director
1983 La sala de baile, Ettore Scola (Italia)
1983 Carmen, Francesco Rosi (Italia)
1983 Flashdance, Adrian Lyne (USA)
1983 Breakdance, Joel Silberg (USA)
1984 Amadeus, Milos Forman (USA) la biografía de Mozart
1984 Cotton Club, Francis Ford Coppola (USA)
1985 ¡Esto es bailar!, Jack Haley Jr. (USA)
1985 La corte del faraón, José Luis García Sánchez (España)
1985 A chorus line, Richard Attenborough (USA)
1985 Babel opera, André Delvaux (Bélgica)
1985 Alrededor de la medianoche, Bertrand Tavernier (Francia) el magnífico Tavernier en su incursión en el mundo del jazz
1985 El amor brujo, Carlos Saura (España)
1986 Principiantes, Julian Temple (Gran Bretaña)
1986 Otelo, Franco Zeffirelli (Italia)
1986 La tienda de los horrores, Frank Oz (USA)
1988 Bird, Clint Eastwood (USA) la magnífica biografía de Charlie Parker
1989 Los fabulosos Baker Boys, Steve Kloves (USA) con una bonita banda sonora y buenas interpretaciones

_los 90
en la década de los 90 todavía se producen menos musicales pero hay algunos títulos interesantes
1990 El lágrima, John Waters (USA) un musical a lo Waters, en clave r'n'r'
1994 That's entertainment: part III, Bud Friedgen y Michael J. Sheridan (USA)
1994 Farinelli, Gérard Corbiau (Francia) narra la vida del mítico castrado de voz portentosa
1995 Madame Butterfly, Fredéric Mitterrand (Francia)
1995 Flamenco, Carlos Saura (España)
1996 Kansas City, Robert Altman (USA) un paseo por el mundo del jazz de la mano del interesante Altman
1996 Todos dicen I love you, Woody Allen (USA) un musical por el divertido e inteligente Woody Allen
1997 On connaît le chanson, Alain Resnais (Francia) el gran Resnais expresa a sus personajes con canciones populares francesas
1998 Tango, Carlos Saura (España)
1998 Buena Vista Social Club, Wim Wenders (Alemania) maravilloso y entrañable encuentro con los clásicos vivientes de la música cubana como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer...
1999 Trabajos de amor perdidos, Kenneth Branagh (Gran Bretaña)
1999 Fantasía 2000, Hendel Butoy y varios (USA) continuación de la mítica Fantasía

_ los últimos años
últimamente destacan más los documentales musicales y, en España, Emilio Martínez-Lázaro tiene un gran éxito con sus musicales y Trueba filma maravillosos documentales
2000 Calle 54, Fernando Trueba (España) impresionante...
2000 Bailar en la oscuridad, Lars von Trier (Dinamarca) musical atípico y dramático pero maravilloso
2001 Moulin Rouge, Baz Luhrman (USA) el pop asalta el moulin rouge en una película colorida y viva
2002 Chicago, Rob Marshall (USA)
2002 El otro lado de la cama, Emilio Martínez-Lázaro (España) divertida y muy exitosa
2004 Ray, Taylor Hackford (USA) la biografía del cantante Ray Charles
2004 El milagro de Candeal, Fernando Trueba (España) un documental lleno de vitalidad sobre el poder de la música
2004 De-lovely, Irwin Winkler (USA)
2005 Cruzando el puente. Los sonidos de Estambul, Fatih Akin (Alemania) el bajista de Einsturzende Neubaten descubriéndonos los tesoros de la música turca, tanto la más tradicional como la más actual
2005 Los dos lados de la cama, Emilio Martínez-Lázaro (España) la secuela también es divertida
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bibliografía interesante
Diccionario de Películas. El cine musical, de Joan Munsó (T&B Editores, 2006)
El cine musical. Hollywood 1927-1944, de Joan Munsó (Royal Books, 1996)
www.blogs.ya.com/cinemusical hay fotografías, monografías y también historia del cine musical...
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el amor y el sexo mostrados con naturalidad

_Quizá el momento más ardiente del amor en el cine sea el instante apasionado, arrebatador, en el que, en "Ordet" de Dreyer, el marido dice, aún cuando su mujer yace muerta, que todavía la desea. Quien no entienda ese sentimiento y lo considere simplemente lascivo (aunque la lascivia tiene más mala prensa de la que merece) sabe poco del amor, más bien nada. El amor es erótico por naturaleza. A menudo hay deseo sexual sin amor, pero el amor siempre incluye el deseo sexual. Pero en el cine...
_El amor y el sexo mostrados con naturalidad en el cine, ¿cuándo van de la mano?. Algo falla cuando existen películas que expresan magistralmente los recovecos de las relaciones amorosas pero se quedan al entrar en la alcoba, o como mucho cuando ya se va a pasar a la sexualidad manifiesta. Es algo que no necesita mucha explicación que una parte del amor es la ternura y otra el erotismo, amar sin desear sexualmente es imposible, se puede desear sexualmente sin amar, cosa que sucede a menudo, pero insisto en que si se ama a alguien también hay deseo sexual en ese amor. Esto es tan natural que el Cantar de los cantares ya lo expresa maravillosamente bien. En el cine, sin embargo, la costumbre es que o se ve un romanticismo sin sexo (como si aún hubiera que velar lo que ocurre entre dos personas que se aman cuando están en la intimidad) o se realizan películas de cine sexual, género muy digno y respetable, muy denostado pero que yo considero positivo, legítimo, útil y en sus mejores obras enriquecedor e imaginativo.
_El cine sexual, como su género indica, no suele ser romántico (aunque hay cine sexual de corte romántico) y aunque ocasionalmente lo sea su mayor interés serán las escenas sexuales, al igual que un musical tiene su mayor interés en sus números musicales. En realidad al musical se le achaca su falta de verosimilitud y esa misma falta de verosimilitud se le puede achacar al cine sexual, en un género la gente se pone a bailar y a cantar y en el otro a divertirse sexualmente... Pero eso sólo se nota en el cine musical o sexual que no da la talla de su género. En una buena película sexual o musical la ficción es creíble, resulta fluida y natural.
_Entonces, lo que sucede es que o bien se contempla una película romántica sin todo el romanticismo real, que incluye la ternura, el deseo, el sexo, o se contempla una película sexual en la que con suerte puede haber una ambientación o un intento de historia romántica, pero casi por obligación tratada muy ligeramente. Y es normal porque el cine sexual, en caso de extenderse mucho en explicar y detallar otros aspectos de las relaciones personales ya no sería cine sexual sino cine romántico.
_Puede ser que se haya realizado alguna película, digamos que convencional, que al abordar la relación romántica por una vez (no hace falta más que una vez en toda la película) aborde sin efectismos ni recatos la intimidad sexual de la pareja. Los títulos que recientemente he podido ver con escenas sexuales e historias de pareja verdaderamente no son así, muestran contínuos escarceos pero no llegan a profundizar en la esencia de la relación, en los caracteres psicológicos, abordan sólo ligeramente la parte de ternura y afecto, las inseguridades, las complicaciones, malentendidos, discusiones y alegrías de la pareja más allá de la cama. Suelen ser películas más pansexualistas que románticas tal y como yo entiendo el romanticismo, como una mezcla (explosiva) de ternura, afecto y deseo sexual, con un grado de responsabilidad, preocupación y compromiso importantísimos.
_Películas como "El imperio de los sentidos" no creo que haya dos en el mundo, siendo un ejemplo soberbio del arrebato amoroso y sexual llevado hasta sus últimas consecuencias, aunque quizá no sea exactamente romántica en el sentido de que se decanta hacia la sexualidad por completo, lo que está muy bien de todas formas, pero yo entiendo el romanticismo más desde la base de la ternura y la comunicación y la sexualidad como una de sus manifestaciones, no su fin único ni último ni prioritario.
_Otros films más recientes con algo que aportar son "Intimidad" y "Shortbus". El primero aborda, a veces de manera aburrida, una relación efímera, no una relación romántica, y "Shortbus" es una película vitalista, desenfadada, muy divertida, un descubrimiento, pero aborda de forma coral varias manifestaciones y complicaciones sexuales, no una única relación en profundidad, y ya saben que me refiero tanto a profundidad psicológica como sexual, que ambas forman parte de la expresión humana.
_Quizá yo ignoro esa película en el que el romanticismo de una pareja no se recata ante su expresión sexual..., sé de más gente que de alguna manera la busca y no la encuentra o no la conoce (¿o no existe todavía?) por lo que si alguien ha visto algo así, por favor, compártalo con este rincón de cine, que el amor y el sexo cuando van enlazados hacen que la vida sea maravillosa.
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arrebatodecineoriginal@gmail.com
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29/10/08

recursos de la cinematografía

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Existen dos tipos de películas: aquellas que emplean los recursos del teatro y aquellas que emplean los recursos de la cinematografía.
_Robert Bresson
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27/10/08

influencia cinematográfica y humana del cine sexual

_Hay quien dice que Lars Von Trier se inspiró en la manera de rodar de un subgénero porno para crear el decálogo y las consignas estéticas del movimiento Dogma. ¿Qué tendría de extraño?. Quizá hay supuestas élites intelectuales que piensan que el porno sólo es para lo evidente y carece de cualquier valor cinematográfico. Hay una mayoría de películas en todos los géneros que realmente carecen de valor no sólo cinematográfico sino humano.

_El porno, o cine sexual, sólo es un género más y por su utilidad (también el género musical, el romántico, el thriller, el terror... tienen su utilidad) o por la mezcla de utilidad y cinefilia, seguro que bastantes directores y personalidades de las artes y otras disciplinas humanas ocasional o incluso asiduamente contemplan películas sexuales.

_Sería muy bueno que se supiera que ese admirado escritor, ese político respetado, ese actor famoso, ese científico influyente... también aprecian el cine sexual, sobre el que pesa (como sobre la literatura de terror y la erótica) la losa de un desprecio y marginación injustificable. A fin de cuentas la inteligencia, el talento, la creatividad, la diligencia... y en fin, todas las cualidades humanas más sobresalientes, son perfectamente compatibles con un disfrute de la sexualidad explícita, incluso con un aprendizaje aún mayor de la sexualidad a través del cine sexual. Al cine sexual ¿no le debe al menos una generación humana una parte de su imaginario sexual e incluso el descubrimiento de más posibilidades sexuales?. Yo creo que sí, que el cine sexual ha abierto a bastante gente puertas que de otra manera quizá no hubieran abierto, o mucho más tarde. Al cine sexual de calidad aún no se le ha reconocido el bien que ha hecho, hace y hará por la humanidad.

_Por otra parte también creo que la excesivamente prolífica filmografía mundial de cine sexual puede ser sociológicamente reveladora de carencias sexuales arraigadas en las sociedades, y quizá también afectivas, pues quienes pueden vivir una historia romántica también suelen ver menos historias románticas... aunque el cine sexual tiene un gran potencial enriquecedor, como cualquier género cinematográfico.

_En cualquier caso el cine sexual, incluso en el caso menos imaginativo y enriquecedor, cuando es más bien compensatorio de alguna manera cumple una labor social positiva. Por supuesto siempre hablo de cine sexual entre personas que libremente deciden expresarse sexualmente, igual que libremente una persona busca un trabajo en una oficina o una persona decide ofrecer por voluntad propia servicios sexuales a otra a cambio de dinero. Y por más que moralistas algo ciegos ante la realidad de la vida digan que la pornografía y la prostitución degradan a la mujer (o al hombre) lo cierto es que hay mujeres y hombres que disfrutan mucho ofreciéndose sexualmente a la cámara o en la intimidad.

_El cine sexual, de todas maneras, ¿no es en gran parte el cine llevado a su máxima expresión?. El cine es observador o voyeur por naturaleza, y bien mirado, ¿qué es lo que más desea observar un voyeur?. Y además, ¿no es la sexualidad desatada una, si no la que más, de las expresiones humanas más profundas y vitalistas?. Sí lo es, y siempre lo será, por eso desde el nacimiento del cine, sin ir más lejos en España, ya en la época muda el rey se informaba (en una sala del palacio real) adecuadamente de las nuevas películas de "picardías", bonito nombre, muy galante, que por supuesto quiere decir algo más que pícaro y pillín... ¡¡¡Y se trataba del rey!!!
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ritmo

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Cada película tiene una especie de ritmo que sólo el director puede darle. Tiene que ser como el capitán de un barco.
_Fritz Lang
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26/10/08

una película romántica (esbozo de una película, idea general)

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_A lo largo de los años, muchos, he ido viendo y viendo, amando y amando cada vez más el cine como medio de poesía. Hace un año me entró una fiebre aún mayor, una pasión enorme, voraz, por el cine. Arrebatado totalmente y con una pasión inexplicable pensé que alguien podría arriesgarse a abrir un video club de versión original en esta ciudad, al igual que sucede en ciudades más grandes, abrirlo sin tantos títulos pero con ese espíritu. Como suele suceder, los sueños a menudo tropiezan con las zancadillas de la realidad y para emprender algo así hacía falta un local, bastante dinero, y no disponía de ninguna de las dos cosas, por lo que la idea se quedó en el nombre que tendría el video-club, Arrebato de cine original. Como la pasión por el cine, no obstante, seguía inundándome creé este rincón de cine, que tanto me ha dado en realidad.

_Ahora me ha asaltado una idea. Lo más probable es que se quede en una idea y no pueda llevarla a la práctica o sólo en muchos muchos años, pero ahí va. Se trata de crear una película romántica, probablemente se llamaría así.

_Una película romántica

(esbozo de una película, idea general, tratamiento, concepto, espíritu...)

_Una película protagonizada por una pareja en la vida real, actor y actriz o no, que recree cómo se conocieron, qué sintieron, y exprese de manera sencilla, incluso con un tono documental, sus pequeñas y grandes cosas a lo largo de una semana, incluyendo hacia la mitad del metraje una sola escena de intimidad sexual completa (filmada sin música, montaje, movimiento de cámara) como expresión física de su deseo, pasión y amor. Esta escena se rodaría con pudor, con respeto, con cierta distancia y sin énfasis ni mojigatería, con las condiciones de iluminación y ambientación, decorado natural, vestuario... que la pareja protagonista eligiera.

_Más que guión habría una comunión de ideas entre la pareja protagonista y el espíritu que intento transmitir, tendría que basarse en la colaboración y el acuerdo en vez de en la dirección de intérpretes, que no serían marionetas obligadas o dirigidas para actuar o fingir, para conducirse de tal o cual manera sino que en pantalla aparecería naturalmente la revelación de los sentimientos interiores de la pareja. Se favorecería no sólo la improvisación sino que se mostraran con la mayor naturalidad posible. Más que de interpretar se trataría de mostrar y revelar, en gran parte de la película no habría realmente interpretación a excepción de en las escenas en las que recrearían cómo se conocieron, aunque más que interpretar en realidad sería recordar y revivir cómo empezaron a florecer como personas en pareja, la manera en que fue floreciendo su amor.

_Se rodaría a partir de las experiencias verdaderas que la pareja quisiera compartir y mostrar, a través del diálogo o a través de la recreación. En realidad el guión correspondería a la pareja protagonista, y el concepto de dirección sería muy relativo en cierto modo.

_Sería muy bueno que la pareja fuera de mediana edad, que rondara los 40 quizá, una edad en la que se tiene en teoría tanta vida vivida como vida por vivir. También sería bueno que la pareja fuera de las que pasan normalmente desapercibidas, ni atractiva, ni decadente, ni llamativa en ningún sentido, una pareja como hay muchas. Que pudiera verse cómo el amor logra iluminar sus ojos y al estar cerca se vuelven catedrales iluminadas.

_La película intentaría ser una película completamente romántica en el sentido de mostrar la pasión, el deseo, la ternura, las complicaciones, los malentendidos, los problemas y también la expresión sexual sin velos ni zooms, naturalmente. El espíritu sería el de revelar lo que tantas parejas afortunadas viven, y no dejar la expresión sexual en el fundido en negro ni hacer del sexo un tema único como en el cine sexual, que es un cine digno pero gira alrededor de un tema único. La película intentaría mostrar con naturalidad tanto el encantamiento como las peleas, los distanciamientos y también la expresión sexual porque todas esas cosas son naturales y les suceden más o menos a todas las parejas. Cada pareja tendría su propia historia, claro, y en cada pareja hay matices y circunstancias distintas, por lo que sería una película sobre una pareja concreta, con la esperanza de reflejar lo que muchas parejas viven.

_Aunque la película en realidad intentaría alcanzar mucho no pretendería ser la película romántica definitiva o algo así, sino más bien una de tantas posibles películas románticas. Sería muy importante que la pareja, sin ser llamativa, tuviera verdadera personalidad propia, que de ninguna manera pareciera tópica o estereotipada. Hay personas que aparentemente son como todo el mundo y al conocerlas te das cuenta de que simplemente se camuflan en la multitud pero en realidad tienen una gran personalidad, ideas propias, pero carecen de la necesidad de llamar la atención o incluso son bastante tímidos. Bastantes intérpretes y artistas en general, paradójicamente, son tímidos y se entregan al público...

_Se rodaría con un equipo pequeño, cámara, trípode, y quizá en digital de la mejor calidad posible, por economía y por interferir físicamente lo menos posible en el fluir de la relación. Se filmaría con serenidad sobre todo, especialmente en las escenas compartidas por la pareja protagonista, que siempre saldrían en el encuadre cuando estuvieran cerca. Se filmaría con cierta viveza un poco inquieta cada vez que la pareja se aleja y cada cual camina por su lado, sería un éxito que se notara que al alejarse, sin llegar a la zozobra, cada cual vive pero no puede vivir con la serenidad y alegría que surge cuando están cerca, que lo mejor de ambos crece y se revela cuando se acercan, cuando en realidad se difuminan los límites entre el tú y el yo, y tanto él como ella, son completamente él y completamente ella. Se crea una nueva aleación que trasciende en realidad los cuerpos y que quizá sólo puede expresarse del todo en la relación sexual, camino hacia el origen y camino hacia la trascendencia, revelación y entrega, poesía del cuerpo tanto como del alma. La película entera sería completamente romántica y completamente sexual en el sentido de que no hay romanticismo carente de sexualidad, pero se trataría de una película romántica porque se centraría en una pareja que afianza sus lazos, que crece a través de la entrega, de la pasión, de la ternura...

_La sexualidad más efímera me parece muy respetable, al igual que la sexualidad y las parejas homosexuales, esta película no abordaría estas otras realidades del amor y de la sexualidad, pero quizá pudiera seguirse el mismo planteamiento en esos casos, encontrar a una pareja protagonista homosexual que decidiera qué mostrar de su propia vida y qué recrear, y sencillamente estar ahí con la cámara intentando mostrar con naturalidad, sin molestar ni censurar, dejando fluir la vida. Aunque esas ya serían otras películas románticas...

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una película romántica y no sólo romántica

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otra idea para una película romántica... (sigue a "una película romántica" en esta misma categoría)
_Una posibilidad ya muy ambiciosa quizá, sería una película en la que con el tratamiento aplicado en una película romántica se abordará en igualdad de condiciones una relación lésbica, una gay y otra heterosexual de manera que más allá de las evidentes diferencias de cada relación viéramos que la esencia de las relaciones son las mismas sólo que las personas heterosexuales encaminan las relaciones hacia su sexo complementario mientras que en las relaciones homosexuales la relación complementaria se busca entre personas del propio sexo.
_Esta película sería muy ambiciosa y sería imprescindible que haya un vínculo amistoso entre las tres parejas, lo que es difícil de encontrar. Quizá la estructura de historias cruzadas sería la ideal en vez de realizar una película de tres episodios, con lo que se perdería quizá la esencia de la igualdad que las une incluso en su diferencia. El amor no distingue inclinaciones sexuales, llegar a mostrar eso con naturalidad sería muy necesario, podría favorecer la comprensión entre quienes, educados en un pensamiento más procreador que amoroso, olvidan que la raíz común a todas las relaciones duraderas no es el deseo sexual o el deseo de procrear sino sobre todo la incansable fuerza amorosa que anhela encontrar a su alma complementaria. Comprender que es tan digna la búsqueda homosexual como la heterosexual, incluso que quienes se sienten mejor teniendo pocas relaciones o teniendo relaciones sucesivas, quienes no quieren emprender relaciones duraderas son personas dignas mientras sean sinceras en sus relaciones. Pero este tipo de relaciones, incluirlas en una película con tres parejas, con sus problemas, alegrías, circunstancias... quizá ya fuera convertir la película en un film-ensayo, en un tratado, en un largometraje muy largo, porque sería malo intentar que tantos sentimientos y personas encajaran en muy poco tiempo, cuanto más se quisiera incluír más extensión debería tener el film, y cuanto más largo es un film más fácil es que pierda el pulso narrativo, la fluidez, la viveza... Además pienso que como mucho, y me parece mucho mucho, la película debería durar unos 120 minutos, aunque si durara 100 o 90 quizá mejor.
_El concepto me parece entre necesario, interesante, ambicioso y puede que pretencioso. No es que me parezca una idea que sea nada del otro mundo, lo que me parece sorprendente es no haber visto una película así, aunque no tanto teniendo en cuenta que poca gente estaría dispuesta a trabajar en una película de esa manera, poca gente invertiría su dinero, y las escenas sexuales serían cortadas o la película prohibida en más de medio mundo. Pero sería preferible casi que la película fuera prohibida a que fuera exhibida censurada.
_A menudo he observado películas en las que se muestra sin recato alguno la belleza femenina, el cuerpo desnudo de las actrices, y sin embargo no se muestra la belleza masculina, el cuerpo desnudo de los actores, cosa que es mala señal. Además me parece que el desnudo debe justificarlo la historia, que todo debe justificarlo la historia, el espíritu de la historia. Hay muchas películas que muestran desnudos que no por agradables y más que sensuales en el fondo son gratuitos, como si de alguna manera al mostrar desnudos se manifestara rebeldía, vitalidad o algo por el estilo, cosa que no tiene porqué ser así. Si una película quiere ser vitalista, revelar (con "v") la vida, no debe recrearse en desnudos de pose, con excusas argumentales de lo más risibles, o por otra parte recurrir a las sábanas pegadas con celo sobre el pecho. Si una película quiere ser vitalista y natural respecto al sexo debe mostrarlo tal cual, y si no quiere dar ese paso y llegar hasta el final, ¿para qué empieza a desnudar a los intérpretes y luego lo diluye todo en un fundido en negro?. Creo que eso es quedarse a mitad, que lo que sucede más o menos nos lo podemos imaginar pero los matices con los que se desarrolla la relación sexual revelan bastante sobre la propia relación y la personalidad de cada cual.
_Quizá el cine que se mete en el dormitorio pero no se queda en él es un poco superficial, en realidad quizá tiene más sentido aquel cine que cuando llega al dormitorio se encuentra con la puerta cerrada. En ambos casos hay una puerta cerrada, pero si la puerta se ha quedado abierta y la cámara ha entrado es menos comprensible que de repente se recurra al fundido en negro (¡¡¡quizá es que se ha fundido la antorcha de la cámara!!!) mientras que si la cámara se queda en la puerta se comprende que ese espacio es íntimo y la transición es más creíble y lógica. De todas maneras hay cosas que quedan a medio decir, que el espectador puede imaginar, pero en el fondo entrar y luego salir es como poco romper un torrente que fluye. Interrumpir la acción en mitad de la acción, eso es el fundido en negro en las secuencias de emergencia sexual.
_Si la acción sexual en vez de interrumpirse sencillamente se omite por completo el cine deja por completo a la imaginación del espectador lo que pueda haber sucedido, en cierto modo como sucede entre viñeta y viñeta en un cómic. Cuando se interrumpe la acción sin más, sin embargo, cabe preguntarse porqué se empieza a rodar una acción que se va a interrumpir, si no es un poco fácil y efectista manipular al espectador y los intérpretes de esa manera. El espectador, una vez que empieza a verse fuego en la escena empieza a desear que el fuego haga arder la ropa y la escena sea larga, muy larga, sin embargo la escena tiene trampa, se trata de fuegos artificiales, en vez de munición real se utilizan balas de fogueo, lo que está bien para las películas de guerra, pero que el sexo se sugiera pero no se muestre, eso más que un avance de la moral imperante revela que el sexo sigue relegándose al fundido en negro de la imaginación o al normalmente monotemático cine sexual.
_Quizá las miradas obscenas son las que sólo buscan la fácil excitación sexual pero no muestran la relación sexual, son como esa gente que se complace en crear fuegos que no piensa apagar, mientras que una de las películas más castas de la historia (así la defendió Lacan) sea "El imperio de los sentidos". El cine puede tomar tres caminos respecto al sexo: no sugerirlo visualmente de ninguna manera dejándolo todo en la imaginación del espectador; empezar a mostrar visualmente una parte de su comienzo y después cortar, dejándolo a mitad; y por último puede llegar a mostrar la sexualidad completamente, y hacerlo sin énfasis ni velos, sin tener que recurrir a las convenciones del cine sexual, que enfatiza lo que ya sabemos, ni quedarse tras la puerta o las cortinas, espejos y demás maneras de afrontar indirectamente el sexo.
_Quizá el sexo merece ser mostrado simplemente como lo sientan la pareja protagonista, pero de cuerpo entero, sin montajes, trucos, zooms, con serenidad y un encuadre estático, pues realmente el cine además de mostrar el movimiento (que lo mostraría en una escena sexual rodada con cierta distancia) tiene la capacidad de captar el sonido, además de sensual tan parte de la realidad como la imagen, incluso más en cierto sentido porque cada voz humana es el aliento que expresa el alma de una persona.
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El cine, instrumento de poesía; por Luis Buñuel

Incluyo un escrito interesante y célebre del maestro Buñuel, quizá la mirada del siglo Xx, siglo que no mereció las mayúsculas. Dejo enlace con el artículo en internet, que se reproduce impreso en La poesía del cine, de la revista Litoral (nº 235).

http://www.revistasculturales.com/articulos/41/litoral/24/1/el-cine-instrumento-de-poesia.html
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El cine, instrumento de poesía, por Luis Buñuel
El grupo de jóvenes que forman la Dirección de Difusión Cultural se acercó a mí para pedirme una conferencia. Aunque agradecí debidamente la distinción de que me hacían objeto, mi respuesta fue negativa: aparte de que no poseo ninguna de las cualidades que requiere un conferenciante, siento un pudor especial de hablar en público. Fatalmente, el que diserta atrae la atención colectiva de sus oyentes, sintiéndose blanco de sus miradas. En mi caso, no puedo evitar una cierta confusión ante el temor de que puedan creerme un poco, digamos, exhibicionista. Aunque esta idea mía sobre el conferenciante pueda ser exagerada o falsa, el hecho de sentirla como verdadera me obligó a suplicar que mi periodo de exhibición fuera lo más corto posible, y propuse la constitución de una mesa redonda, en la que unos cuantos amigos, pertenecientes a distintas actividades artísticas e intelectuales, pudiéramos discutir en familia alguno de los problemas que atañen al llamado séptimo arte: así, se acordó que el tema fuera el de «el cine como expresión artística», o más concretamente, como instrumento de poesía, con todo lo que esta palabra pueda contener de sentido libertador, de subversión de la realidad, de umbral al mundo maravilloso del subconsciente, de inconformidad con la estrecha sociedad que nos rodea.
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Ha dicho Octavio Paz: «Basta que un hombre encadenado cierre sus ojos para que pueda hacer estallar el mundo», y yo, parafraseando, agrego: bastaría que el párpado blanco de la pantalla pudiera reflejar la luz que le es propia para que hiciera saltar el universo. Mas por el momento podemos dormir tranquilos, pues la luz cinematográfica está convenientemente dosificada y encadenada. En ninguna de las artes tradicionales existe una desproporción tan grande entre posibilidad y realización como en el cine. Por actuar de una manera directa sobre el espectador, presentándole seres y cosas concretas; por aislarlo, gracias al silencio, a la oscuridad, de lo que pudiéramos llamar su hábitat psíquico, el cine es capaz de arrebatarlo como ninguna otra expresión humana. Pero como ninguna otra es capaz de embrutecerlo. Por desgracia, la gran mayoría de los cines actuales parece no tener más misión que ésa: las pantallas hacen gala del vacío moral e intelectual en que prospera el cine, que se limita a imitar la novela o el teatro, con la diferencia de que sus medios son menos ricos para expresar psicologías; repiten hasta el infinito las mismas historias que se cansó de contar el siglo diecinueve y que aún se siguen repitiendo en la novela contemporánea.
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Una persona medianamente culta arrojaría con desdén el libro que contuviese alguno de los argumentos que nos relatan las más grandes películas. Sin embargo, sentada cómodamente en la sala a obscuras, deslumbrada por la luz y el movimiento que ejercen un poder casi hipnótico sobre ella, atraída por el interés del rostro humano y los cambios fulgurantes del lugar, esa misma persona casi culta, acepta plácidamente los tópicos más desprestigiados.
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El espectador de cine, en virtud de esa clase o de esa especie de inhibición hipnagógica pierde un porcentaje elevado de sus facultades intelectivas. Pondré un ejemplo concreto: la película titulada Detective Story o Antesala del infierno. La estructuración de su argumento es perfecta, el director magnífico, los actores extraordinarios, la realización genial, etc., etc. Pues bien, todo ese talento, todo ese savoir faire, toda la complicación que supone la máquina del film, fue puesta al servicio de una historia estúpida, notable por su bajeza moral. Me viene a la mente aquella máquina extraordinaria del Opus 11, aparato gigantesco, fabricado con el mejor acero, de mil engranajes complicados, tubos, manómetros, cuadrantes, exacto como un reloj, imponente como un trasatlántico, que serviría únicamente para timbrar la correspondencia.
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El misterio, elemento esencial de toda obra de arte, falta por lo general en las películas. Ya tienen buen cuidado autores, directores y productores de no turbar nuestra tranquilidad abriendo la ventana maravillosa de la pantalla al mundo liberador de la poesía. Prefieren reflejar en aquélla los temas que pudieran ser continuación de nuestra vida ordinaria, repetir mil veces el mismo drama, hacernos olvidar las penosas horas del trabajo cotidiano. Y todo eso, como es natural, bien sancionado por la moral consuetudinaria, por la censura gubernamental e internacional, por la religión, presidido por el buen gusto y aderezado con humor blanco y otros prosaicos imperativos de la realidad.
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Si deseamos ver buen cine raramente lo encontraremos en las grandes producciones, o en aquellas otras que vienen sancionadas por la crítica y el consenso de los públicos. La historia particular, el drama privado de un individuo, creo que no puede interesar a nadie digno de vivir en su época; si el espectador se hace partícipe de las alegrías, tristezas o angustias de algún personaje de la pantalla, deberá ser porque ve reflejadas en aquél las alegrías, tristezas o angustias de toda la sociedad, y por tanto las suyas propias. La falta de trabajo, la inseguridad de la vida, el temor a la guerra, la injusticia social, etc., son cosas que, por afectar a todos los hombres de hoy, afectan también al espectador; pero que el señor X no sea feliz en su hogar y se busque una amiga para distraerse, a la que finalmente abandonará para reunirse con su abnegada esposa, es algo moral y edificante, sin duda, pero nos deja completamente indiferentes.
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A veces la esencia cinematográfica brota insólitamente de un film anodino, de una comedia bufa o de un burdo folletín. Man Ray ha dicho en una frase llena de significación: «los peores films que haya podido ver, aquellos que me hacen dormir profundamente, contienen siempre cinco minutos maravillosos, y los mejores, los más celebrados, cuentan solamente con cinco minutos que valgan la pena». O sea que tanto los buenos como los malos films, y por encima y a pesar de las intenciones de sus realizadores, la poesía cinematográfica propugna por salir a la superficie y manifestarse.
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El cine es un arma maravillosa y peligrosa, si la maneja un espíritu libre. Es el mejor instrumento para expresar el mundo de los sueños, de las emociones, del instinto. El mecanismo productor de imágenes cinematográficas, por su manera de funcionar, es, entre todos los medios de expresión humana, el que más se parece al de la mente del hombre, o mejor aún, el que mejor imita el funcionamiento de la mente en estado de sueño. El film es como una simulación involuntario del sueño. Bernard Brunius nos hace observar que la noche paulatina que invade la sala equivale al cerrar los ojos: entonces comienza en la pantalla, y en el hombre, la incursión por la noche de la inconsciencia; las imágenes, como en el sueño, aparecen y desaparecen a través de disolvencias y obscurecimientos; el tiempo y el espacio se hacen flexibles, se encogen y alargan a voluntad; el orden cronológico y los valores relativos de duración no responden ya a la realidad; la acción de un círculo es transcurrir en unos minutos o en varios siglos; los movimientos aceleran los retardos.
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El cine parece haberse inventado para expresar la vida subconsciente, que tan profundamente penetra, por sus raíces, la poesía; sin embargo casi nunca se le emplea para esos fines. Entre las tendencias modernas del cine, la más conocida es la llamada neorrealista. Sus films presentan ante los ojos del espectador trozos de la vida real, con personajes tomados de la calle e incluso con edificios e interiores auténticos. Salvo excepciones, y cito muy especialmente Ladrón de bicicletas, no ha hecho nada el neorrealismo para que resalte en sus films lo que es propio del cine, quiero decir, el misterio y lo fantástico. ¿De qué nos sirve todo ese ropaje de vista si las situaciones, los móviles que animan a los personajes, sus reacciones, los argumentos mismos están calcados de la literatura más sentimental y conformista? La única aportación interesante que nos ha traído, no el neorrealismo, sino Zavattini personalmente, es la elevación al rango de categoría dramática del acto anodino. En Humberto D., una de las películas más interesantes que ha producido el neorrealismo, una criada de servicio, durante todo un rollo, o sea durante diez minutos, realiza actos que hasta hace poco hubieran podido parecer indignos de la pantalla. Vemos entrar a la sirvienta a la cocina, encender su fogón, poner una olla a calentar, echar repetidas veces un jarro de agua a una línea de hormigas que avanza en formación india hacia las viandas, dar el termómetro a un viejo que se siente febril, etc., etc. A pesar de lo trivial de estas situaciones, esas maniobras se siguen con interés y hasta con suspenso.
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El neorrealismo ha introducido en la expresión cinematográfica algunos elementos que enriquecen su lenguaje, pero nada más. La realidad neorrealista es incompleta, oficial; sobre todo, razonable; pero la poesía, el misterio, lo que completa y amplía la realidad tangente, falta en absoluto en sus producciones. Confunde la fantasía irónica con lo fantástico y el humor negro.
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«Lo más admirable de lo fantástico», ha dicho Andre Bretón, «es que lo fantástico no existe, todo es real.» Hablando con el propio Zavattini hace algún tiempo, expresaba mi inconformidad con el neorrealismo: estábamos comiendo juntos, y el primer ejemplo que se me ocurrió fue el vaso de vino en el que me hallaba bebiendo. Para un neorrealista, le dije, un vaso es un vaso y nada más que eso: veremos cómo lo sacan del armario, lo llenan de bebida, lo llevan a lavar a la cocina en donde lo rompe la criada, la cual podrá ser despedida de la casa o no, etc. Pero ese mismo vaso contemplado por distintos hombres puede ser mil cosas distintas, porque cada uno de ellos carga de afectividad lo que contempla, y ninguno lo ve tal como es, sino como sus deseos y su estado de ánimo quieren verlo. Yo propugno por un cine que me haga ver esa clase de vasos, porque ese cine me dará una visión integral de la realidad, acrecentará mi conocimiento de las cosas y de los seres y me abrirá el mundo maravilloso de lo desconocido, de lo que no puedo leer en la prensa diaria ni encontrar en la calle.
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No crean por cuanto llevo dicho, que sólo propugno por un cine dedicado exclusivamente a la expresión de lo fantástico y del misterio, por un cine escapista, que desdeñoso de nuestra realidad cotidiana pretendiera sumergirnos en el mundo inconsciente del sueño. Aunque muy brevemente, he indicado hace poco la importancia capital que le doy al film que trata sobre los problemas fundamentales del hombre actual, no considerado aisladamente, como caso particular, sino en sus relaciones con los demás hombres. Hago mías las palabras de Engels que define así la función de un novelista (léase para el caso, la de un creador cinematográfico): «el novelista habrá cumplido honradamente cuando, a través de una pintura fiel de las relaciones sociales auténticas, destruya las funciones convencionales, sobre la naturaleza de dichas relaciones, quebrante el optimismo del mundo burgués y obligue a dudar al lector de la perennidad del orden existente, incluso aunque no nos señale directamente una conclusión, incluso aunque no tome partido sensiblemente».

una buena película

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Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo a cada sorbo y, como ocurre con las películas nace y renace en cada saboreador.
_Federico Fellini

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25/10/08

¿hemos visto alguna película romántica de verdad? el sexo en el cine

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La edad no protege del amor. Pero el amor protege de la edad.
_Jeanne Moreau

_El cine, maravilloso medio de la Poesía de la Vida, lleva desde sus inicios tropezando con prohibiciones y tijeras de las censuras sobre todo cuando se aborda la sexualidad humana. El primer beso filmado ya provocó iras ridículas y escandalosas en 1896, pero aún hoy es patético que haya antes un escándalo cuando se manifiesta una proximidad carnal, o una manifestación sexual que ante la vergonzosa realidad del mundo, poblada de injusticias, desigualdades económicas y sociales cada día más aberrantes, en fin, la cada vez más acusada deshumanización del mundo, por no hablar de los atentados medioambientales que son el pan embarrado de cada día. A la hora de la comida, sin ir más lejos, podemos dejarnos los ojos y el alma viendo una colección de matanzas, muertes, accidentes, agresiones y demás realidades violentas, tristes y deprimentes, cuando no degradantes, del mundo, pero bastaría con que se colara una imagen sexual para que hubiera un escándalo. Curioso, muy curioso que haya un rasero para lo violento, lo que tenga que ver con la muerte y el dolor, y otro rasero para lo amable, sensual, tierno, romántico y sexual, pues lo violento se mira sin las gafas puestas y lo sexual se mira con microscopio electrónico.
_El cine, como manifestación popular y cultural, por ejemplo, normalmente destina las manifestaciones sexuales al cine de género sexual, lo que se suele llamar pornografía, mientras que en el cine convencional al llegar el glorioso momento en que la ropa cae al suelo se pasa al fundido en negro, como si el sexo hubiera que mantenerlo escondido, como lo que todo el mundo desea pero no se habla, como lo que todo el mundo hace pero no cuenta...
_Las iras de minorías que de sexo en teoría deben saber muy poco al haberse encadenado al celibato, sin embargo son siempre encendidas ante las manifestaciones sexuales, pero debe ser que no han recordado que deben al sexo su propio nacimiento, aunque el sexo además de una puerta a la procreación ("Las alegrías fecundan", dijo Blake) es también una puerta a la trascendencia, a lo sagrado, a lo divino, que es glorioso y placentero. Y digo esto desde la parte más espiritual de mi alma, con todo el respeto posible.
_El sexo sin embargo queda en el cine sugerido o relegado casi siempre al guetto porno, por cierto de una prolífica producción que desde luego es muy significativa, y esto me parece que revela que el cine aún está tratando mayoritariamente el sexo como algo aparte de la vida o conflictivo, o como si fuera malo o algo así. Mientras en una película corriente el sexo no quede integrado naturalmente en el argumento, el cine no está retratando fielmente la vida. Las películas pornográficas, a pesar de su tono documental en realidad ¿no suelen ser las más imaginativas y menos verosímiles de todas?
_El sexo en el cine tiene que ser una extensión de la vitalidad humana, es triste que el sexo se vea relegado a un género tan denostado (pero con algunos films de interés) como el porno. La cuestión es que una película basada únicamente en el sexo puede ser interesante pero siempre será limitada dado que las motivaciones humanas son bastantes más. Yo con lo que sueño de alguna manera es con una película que aborde el sexo no como reclamo mercantilista (el sexo vende mucho y es lo que más fácilmente vende) sino de manera natural como la lógica continuación de una pasión romántica.
_En realidad pienso si hemos visto alguna vez una verdadera película romántica. Dos personas se besan, se acarician, quizá se ve alguna parte medio desnuda, y cuando esa pasión va a desbordarse, cuando van a deshacerse de toda la ropa, de las represiones sociales, cuando al fin van a aflorar toda la vitalidad y a florecer por completo... el timorato fundido en negro. Como si el sexo hubiera que esconderlo detrás de unas cortinas. No creo que una película romántica de verdad deba usar las enfatizaciones del porno, insertos, zooms, o montajes y músicas añadidas, pero creo que una verdadera película romántica llegaría a mostrar la intimidad sexual entre los enamorados, esa ternura, la complicidad, el cariño, los mimos, las caricias y los éxtasis, y sólo cuando se apagaran las luces, serenamente llegaría el fundido en negro. Y toda esa intimidad tan reveladora y romántica se mostraría en tiempo real, sin trucos de montaje, sin más música que los susurros, ronroneos y demás melodías de la entrega sexual (además mucho más estimulantes y reales), y con un movimiento nulo de cámara y objetivo, en un sereno plano fijo como quien observa sentado en una montaña la belleza del anochecer.
_Sencillamente no he visto una película así, y de alguna manera lo más parecido que vi fue una película de género sexual en la que se había hecho un esfuerzo notable por destacar la sensualidad, cierta profundidad psicológica y los sentimientos en las relaciones que se establecían, que como es natural conducían al sexo explícito pero la película desprendía un halo romántico perdurable. Por desgracia no recuerdo el título, pero aún sueño con encontrarla otra vez, y con ver una película romántica de verdad, pues de consistir el amor y el romanticismo en fundidos en negro, el romanticismo y el amor habrían muerto.
_Cineastas, sean valientes y tomen el camino natural, aunque el camino natural sea el más boicoteado de todos. Hagan películas en las que el sexo se muestre naturalmente, no solamente películas románticas almibaradas en las que el sexo siempre es sugerido o imaginado (y en la cama los amantes se tapan ridículamente) o solamente películas en las que el único sentido de la trama es la satisfacción sexual, cosa que está muy bien pero no lo es todo en la vida.
_Cineastas, la humanidad se lo agradecerá, porque seguimos dejando lo sexual en un rincón, relegado o proscrito, y de una vez por todas el sexo tiene que integrarse completamente en la vida humana, como una de sus manifestaciones más necesarias e importantes, pero no la única como enfatiza el cine sexual, y esta integración natural del cine en la vida yo siento que el cine aún no la ha emprendido, o no lo suficiente.
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ojo en el corazón de un poeta

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Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.

_Orson Welles

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24/10/08

integración y expresión del sexo en el cine

_Se van dando pasos en la dirección adecuada en la expresión humana a través de la sexualidad en el cine. Pero por lo general el sexo se queda en el cine de género sexual (género legítimo, con sus convenciones y límites, pero digno si se hace bien) en vez de integrarse naturalmente y sin remilgos en las historias que aborda el cine.
_A ver, yo no hago apología de que el cine se pueble de sexo porque sí ya que para la lujuria ya está el cine sexual, del que no soy experto pero como inmensas mayorías sí espectador. Lo que yo defiendo es que al fin en una película profunda en el tratamiento psicológico de las relaciones humanas, sobre todo amorosas, por ejemplo una buena película romántica, no se escamotee siempre la expresión sexual, la intimidad sexual, la parte sexual de la relación.
_Creo que el cine sería más amoroso y humano si mostrara una vez durante la película esa intimidad sexual. Claro que eso exige de intérpretes dispuestos y de una dirección que no caiga en el subrayado, el énfasis, sino que contemple con serenidad, o con el mismo tono que el resto del film, el desarrollo sexual. Pero seguro que habrían parejas o intérpretes que lo harían sin recato alguno y con alegría.
_El cine va dando pasos en esta necesaria integración del sexo como una realidad humana y se pueden atisbar relaciones sexuales con disminuidos ("Nacido el 4 de julio"), entre personas mayores ("Lejos de ella"), además de entre parejas homosexuales ("Shortbus", que ya es más explícita, muy franca, incluso maravillosamente franca), de manera que estas expresiones sexuales humanas, totalmente legítimas, van dando visibilidad y facilitan la comprensión y aceptación por parte de quienes quizá no veían claro que bajo los ropajes de la diversidad sexual latan básicamente los mismo afectos, deseos, temores, alegrías, el placer, la ternura... e incluso el anhelo de una vida en común que también puede incluir el deseo de formar una familia.
_Pero el cine aún no ha integrado del todo el sexo en la narrativa convencional, sigue eludiendo o cortando, quedándose a medio camino, pero ese paso acabará dándolo como es natural. Eso si no lo ha dado ya y yo desconozco en qué película.
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directores para la historia: JESÚS FRANCO

_Jesús Franco, nacido en 1936, es el director español más prolífico de la historia del cine español, y todavía sigue en activo. Internacionalmente conocido también como Jess Franco y decenas de pseudónimos más, la cinemateca francesa le dedicó recientemente una selecta retrospectiva con unos 70 films de entre sus más de 200 títulos de, todo hay que decirlo, muy desigual inventiva, interés y calidad.

_Dada la condición underground, marginal, de casi toda su filmografía no es fácil poder ver sus obras más reconocidas, rodadas en medio mundo, con montajes dispares según los países de estreno, censuras, insertos rodados y añadidos por distribuidores..., pero este director de culto espera morir con la cámara al hombro, rodando. El cine como modo y medio de vida.

_En su época dorada, entre los 60 y primeros 70, Jesús Franco rodó obras tan sugerentes y personales como "Gritos en la noche" (1961); "Miss Muerte" (1965), quizá su obra maestra; la fascinante "Necronomicón" (1967), alabada incluso por el gran Fritz Lang; "El castillo de Fu-Manchú" (1968); "Eugenie", "Venus in furs" y "El conde Drácula" (todas rodadas en 1969); "Las vampiras" (1970), también conocida como "Vampyros lesbos", con una inolvidable Soledad Miranda; "Diario íntimo de una ninfómana" (1972); "Cartas de amor de una monja portuguesa" (1976), una de las preferidas por el propio autor...

_Su cine, en sus mejores obras revela una admiración por el genial Orson Welles (con quien llegó a trabajar en "Campanadas a medianoche", y del que elaboró un montaje muy discutible sobre lo que Welles rodó en torno al Quijote), un peculiar sentido del humor, particulares concepciones visuales muy deudoras del cómic, una fascinante y moderna mezcla de fantasía, erotismo y terror, además de estimulantes canciones y bandas sonoras con gran predilección por el jazz. Tampoco hay que olvidar una perversa atracción y admiración por la obra del Marqués de Sade.

_Desde su prematura y muy honda decadencia, que quizá no conoce parangón en la historia del cine, la cantidad no ha ido pareja con la calidad, aunque por fortuna siempre nos quedará la sugestiva atmósfera irreal de un film tan fascinante como "Necronomicón", o el refinado erotismo de "Las vampiras", uno de cuyos temas, compuesto por el propio Franco, fue utilizado en "Jackie Brown" por esa rata de video-club llamada Tarantino, uno de tantos confesos admiradores de Jess Franco.
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.:. algunos enlaces
http://www.imdb.com/name/nm0001238/
http://www.cinematheque.fr/fr/nosactivites/projections/cycles-cinema/cycle/C174-jess-franco.htm?page=1&sceances_en_cours=&tri_alpha=asc&tri_chrono=
http://admablogg.blogspot.com/2007/08/entrevista-con-jess-franco.html
_
.:. alguna bibliografía
-Jess Franco. El sexo del horror, Carlos Aguilar (Ed. Glittering Images -Italia, 1999)
Estudio de la obra de Jesús Franco por uno de los críticos de cine españoles más reputados a nivel internacional.
-Memorias del tio Jess, Jesús Franco (Ed. Aguilar, 2004) La autobiografía de Jesús Franco.
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cine que aviva algo más que los ojos...

_cine que aviva algo más que los ojos...
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-
-No podrán censurar la chispa de mis ojos.
Charles Laughton
-

-Puedo morir en paz. He conocido el gran amor.
en "Mikael", de Carl Dreyer
-
-Gracias, he disfrutado de cada centímetro.
Mae West
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uno
Cine que aviva algo más que los ojos, es una rápida cronología de algo que ha existido en el cine desde su origen, pues ya en el mudo existían filmaciones, que en ocasiones llegaban a proyectarse en palacios y casas reales, de naturaleza erótica, desnudos de artistas de variedades... y cosas por el estilo... son conocidas las coartadas históricas de películas de la época muda en la que aparecían desnudos, y hasta que la censura se puso firme no eran tan extrañas estas cosas... después no se podía enseñar nada... en realidad la primera vez que dos actores se besaron allá por 1896 ya supuso un escándalo, les parecía indecente... también fueron indecentes imágenes de pechos, piernas... en fin, una historia que va más allá de lo cinematográfico pero que aquí sólo se toca de refilón... en los años 60 las películas de Russ Meyer abrieron brecha, y luego en los 70 con la relajación de la censura empezaron a proliferar producciones comerciales con alto contenido erótico como "El último tango en París" y clásicos que aunque han quedado en hitos del cine porno merecen un trato menos peyorativo, por lo que aprovecho para reivindicar el buen humor de "Garganta profunda" y la coreografía de "Tras la puerta verde", trilogía de oro del cine porno que se completa con la dramática "El diablo en la señorita Jones", que empieza con un suicidio... en estos primeros 70 los directores del género eran osados y los guiones importaban... aunque en el reciente cine porno existe una vertiente historicista y una algo más sentimental, estos casos no parecen ser sino excepciones y por lo que parece no se ha vuelto a llegar a los niveles creativos de estas tres películas... respecto al cine convencional, los ejemplos de escenas sexuales son cada vez más fáciles de encontrar, pero de vez en cuando, es curioso, aún hay alguna película que escandaliza por no acabar con un fundido en negro una escena en la que van a haber algo más que caricias y besos...
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y dos
_Las clasificaciones por géneros pueden ser complicadas, a menudo reduccionistas... cómo señalar qué películas son más eróticas, más sexuales, más pornográficas... "El imperio de los sentidos" para Lacan era la película más pudorosa que podía imaginarse aunque mostraba con total franqueza escenas muy sexuales. Existen películas en las que aunque no se vean escenas sexuales en ellas late un erotismo enorme (pienso en Antonioni, y sobre todo en esa mano que está alrededor de Inés Sastre en "Más allá de las nubes"), otras en las que aunque no se muestren los insertos y el detalle del cine porno, resultan muy sexuales (pienso en el volcán de Jessica Lange en "El cartero siempre llama dos veces") y también hay películas que ni con zoom y primeros planos llegan a ser tan ardientes como algunas miradas, algunas partes vistas o entrevistas (pienso en el famoso visto y no visto de "Instinto básico") o a veces andares, diálogos (Lauren Bacall o Mae West)

_¿Qué películas incluir? además muchas son difíciles de conseguir para mí, y además hay algunas que además estimulan la risa, o la imaginación, o cuentan una historia alegre y divertida, o dramática y triste, en las que el sexo forma parte del desarrollo de la historia ("El imperio de los sentidos") como ocurre en la vida, y otras que no vería casi nadie de no ser por escenas subidas de tono que no aportan nada más que público. Quizá el cine pornográfico de verdad sea ése, el que utiliza el sexo para vender algo que no tiene valor ni relación con el sexo sino con el dinero. El sexo y la violencia son recursos muy fáciles que resultan comercialmente muy rentables. En el propio género pornográfico también es verdad que la mayoría de las veces los argumentos, y a menudo la música, no aportan nada, es más estorban (resulta casi siempre más natural y erótico un susurro, un sonido, un ronroneo, un gemido...) muchas veces o resultan ridículos.

_Hay directores del cine sexual que han marcado época y han dejado obras maestras y clásicos admirables, en especial Gerard Damiano. Aunque mi conocimiento del género es pequeño y he olvidado títulos y autores (aunque no escenas, la verdad) entre lo que he visto, vi, algunas cosas me parecieron destacables, como una historia muy sentimental con personajes bastante bien definidos, y películas convencionales pero muy intensas, más de los 80 y primeros 90. Hay quien dice que en el porno actual no hay sexo sino gimnasia. En los 70 sobre todo se nota, entre lo que yo he visto, una calidez, imaginación y un buen rollo que después rara vez he visto. En los 90 "Latex" ya representa una inversión de un millón de dólares (no se mueven céntimos en el mundillo) y una reunión de efectos especiales, estética ultracuidada, aunque fría, por poner un ejemplo.

_Vaya, no sé qué títulos incluir en realidad, la forma de delimitar o informar de qué película es "convencional", cuál erótica, cuál porno... a veces las barreras se diluyen, como por ejemplo en "Los idiotas", que dentro de lo que cabe es una película ni erótica ni porno pero que escandalizó mucho entre otras cosas por sus escenas casi pornográficas. En fin, existen libros especializados, y hay más facilidades para conseguir leer y ver sobre el género gracias al dvd y a internet. Hace años busqué, incluso en tiendas especializadas, "Garganta profunda" y no lo encontré. Con el tiempo la pude comprar en un kiosco, y hoy en día es relativamente fácil conseguir verla. El mundo se ha abierto muchísimo y hoy en día es posible ver más y mejor que antes. Y esto vale tanto para este tipo de cine como para el cine en general y por extensión para cualquier arte o manifestación humana.



_Y por simple desconocimiento aquí no se hacen mención de títulos específicamente lésbicos o gays (ver http://anodis.com/nota/5388.asp?pag=1 ), al menos cuando entran en el terreno explicito, pero sí algún título que he podido ver digamos que de cine convencional, como "Mujeres de uniforme" o "Mikael", ambas magníficas películas con trasfondo lésbico y gay. Tampoco de prácticas sexuales muy específicas, que tienen sus subgéneros correspondientes, ¡que son sólo unos apuntes!.

_Por último, aunque no por esto menos significativo, apuntar que existen directoras de cine sexual, como Anna Riva y Gail Palmer, que debutaron en los 70, Candida Royalle que debutó en los 80 fundando su propia productora , o las recientes Lizzy Borden (que es lo opuesto a la sensibilidad femenina) y Erica Lust, por nombrar algunos ejemplos... que hay más, en España destacan Bibian Norai y Sandra Uve. Se tiende a considerar que el cine sexual sólo interesa a los hombres y sólo ofrece una visión masculina del sexo (cosa que es generalizar y reducir enormemente el género) pero existen miradas femeninas sobre la sexualidad, e incluso se habla de un porno para mujeres, aunque habría que aclarar que no hay un porno para hombres y un porno para mujeres, porque ni todos los hombres somos iguales ni todas las mujeres son iguales. De todas formas se ha acuñado ya el término porno para mujeres, lo que en parte es un avance, mujeres que reconocen consumir porno y hacerlo, el porno digo. Afortunadamente.

_Y en fin, que esto son sólo unos apuntes.... ¡el sexo es maravilloso pero inabarcable!


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erotismo y sexo en el cine, una rápida cronología...

1896 El beso, (?) (una pareja victoriana se besa ante la cámara, un escándalo en su época)
1896 The bath, (?) (el primer striptease en el cine)
1897 La puce, (?) (una mujer con la excusa de que se le ha metido una pulga, hace un striptease)
1915 A free ride, (?) (es la primera película pornográfica conocida, aunque probablemente hubieran antes)
1919 Diferente a los demás /Anders als die Andern, Richard Oswald (incluye un baile entre dos amantes masculinos)
1921 El ministro, Ramón y Ricardo de Baños
1921 El confesor, Ramón y Ricardo de Baños
1924 Mikael, Carl Dreyer (el maestro Dreyer defiende la pureza de los sentimientos amorosos que un pintor maduro siente por un joven)
1927 Hula, (?) (convierte a Clara Bow, con su encantador desnudo, en un sex symbol)
1928 Sexo en cadenas, Wilhelm Dieterle (homosexualidad entre rejas)
1928 Un perro andaluz, Luis Buñuel (el erotismo de Buñuel...)
1930 La edad de oro, Buñuel (las escenas del amor loco, la mujer y la estatua...)
1930 Marruecos, Sternberg (Marlene Dietrich travestida con esmoquin y sombrero de copa besa a otra mujer)
1931 Muchachas de uniforme, Leontine Sgan y Carl Froelich (es un film en el que se aborda la sexualidad entre mujeres)
1931 El hombre y el monstruo, Rouben Mamoulian (con "tocamientos impuros")
1931 Tabú, Murnau y Flaherty (naturalidad)
1932 Mata-Hari, Fitzmaurice (con la diva Greta Garbo, quien hacía "pecar" con elegancia...)
1932 Tierra de pasión, Fleming (con la gran Mae West, que interpreta a una prostituta)
1932 El signo de la cruz, Cecil B. de Mille (con la excusa religiosa una mártir cristiana está desnuda y atada a una cruz acechada por un gorila, qué barbaridad)
1932 Éxtasis, Machaty (circula normalmente sin las escenas abiertamente sexuales de Hedy Lamarr, que incluían un primer plano de su rostro en el orgasmo, bañándose desnuda... es la primera película que es vetada en los EE.UU., cuna de la libertad, eso dicen...)
1933 No soy ningún ángel, Rugles (los comentarios burlones y eróticos de Mae West enfadaron a las autoridades eclesiásticas americanas y poco después se impuso la censura)
1934 Tarzán y su compañera, Gibbons (abundaban los baños en plena naturaleza)
1946 Duelo al sol, Vidor (con escenas de una intensidad increíbles, una película ardiente)
1946 Gilda, Vidor (Rita Hayworth quitándose un guante es probablemente más erótico que la mayoría de escenas hardcore de la actualidad)
1952 Un verano con Mónica, Bergman (el maestro sueco filma un film ardiente y fresco)
1956 Y Dios creó la mujer, Vadim (el sex symbol Brigitte Bardot)
1957 La isla del sol, (?) (vulnerando el código de producción americano incluye historias de amor interraciales)
1959 Los amantes, Louis Malle (el sexo oral realizado a Jeanne Moreau la conduce al éxtasis)
1959 The inmoral Mr. Teas, Russ Meyer (los inicios del clásico Russ Meyer, con sus mujeres de fuerte personalidad y gran pecho, iniciando su serie de películas nudistas)
1961 Eve and the handyman, Russ Meyer
1962 Jules y Jim, Truffaut (una obra maestra de Truffaut, con Jeanne Moreau que forma parte de un trío amoroso y no quiere decantarse sino continuar viviendo con alegría... una película maravillosa)
1962 Lolita, Kubrick (basada en la obra de Nabokov, sobre la líbido adolescente-juvenil y su atractivo en personas más mayores, escándalo en su día, y tema polémico, claro)
1966 The raw ones, (?) (por primera vez se incluyen desnudos integrales...)
1966 Blow up, Antonioni (escándalo por el vello púbico, no se había visto en público)
1966 Belle de jour, Buñuel (con Catherine Deneuve interpretando a una prostituta a tiempo parcial)
1966 Faster pussycat, kill kill, Russ Meyer (una de sus obras más recordadas)
1967 Yo soy curiosa, Sjoman (las escenas sexuales eran muy creíbles, aunque fingidas)
1968 Vixen!, Russ Meyer (otro pequeño clásico de Meyer)
1968 Barbarella, Vadim (con Jane Fonda destrozando a orgasmos una máquina)
1970 La historia del cine porno, Alex De Renzy (documental que incluye "A free ride (1915) entre otros)
1970 Cherry, Harry & Rachel, Russ Meyer
1970 Más allá del valle de las muñecas, Russ Meyer
1971 Las vampiras (Vampyros lesbos), Jesús Franco (con la sensualidad de Soledad Miranda)
1971 Conocimiento carnal, Mike Nichols (crítica del americano medio obsesionado con el sexo y el éxito)
1972 El último tango en París, Bertolucci (obra maestra de aliento revolucionario en todos los aspectos, es una mirada original sobre la sexualidad y las relaciones sociales, y posee imágenes ya inolvidables y clásicas que trascienden su evidente erotismo y carnalidad)
1972 Garganta profunda, Gerard Damiano (con Linda Lovelace, la película hardcore más vista de la historia, y una de esas veces en las que el éxito no es a costa de la creatividad, además el tono es agradable, hay buen rollo y es divertida, en fin, una de las joyas de la trilogía de oro del cine sexual)
1972 Tras la puerta verde, Mitchell y Mitchell (una Marylin Chambers sensual como pocas con una coreografía increíble y un montaje final de lo más lisérgico en una película que supera con creces el calificativo peyorativo de pornográfica, otra joya más para la trilogía de oro del cine sexual)
1973 El diablo en la señorita Jones, Gerard Damiano (la tercera joya del género, con una historia dramática que empieza en suicidio, con una actriz nada lolita, de 37 años, e interpretando con ardor y dolor su papel, en fin, que Damiano realizó dos de las tres obras maestras de la trilogía del cine sexual, y además esta obra maestra derriba los muros entre film de arte y film sexual)
1973 Si don Juan fuese mujer, Vadim (el mito pero en femenino)
1974 Furias porno (Sensuales tardes con Pamela Mann), Henry Paris
1974 Memories within Miss Aggie, Gerard Damiano (otro clásico del género hardcore, otra gran película de Damiano, y van...)
1974 Angel nº9, Anna Riva (quizá la primera directora de cine sexual)
1974 Las mil y una noches, Pasolini (el clásico oriental pasado por el tamiz personal de Pasolini)
1974 Emmanuelle, Just Jaeckin (el softcore más elegante de la época, un éxito total que derivaría en muchas secuelas)
1974 Portero de noche, Liliana Cavani (una mirada femenina sobre el sadomasoquismo y el nazismo, pero no gran cosa como película)
1975 El sexo que habla, Frederic Lansac (una historia que se explica en el título, uno de los primeros hardcore europeos, francés, con un guión entre divertido y dramático, un clásico)
1975 Lujuria desenfrenada, Henry Paris
1975 The analyst, Gerald Graystoke
1975 Supervixens, Russ Meyer (uno de sus títulos más conocidos)
1975 The rocky horror picture show, Sherman (puso el travestismo y la bisexualidad en un lugar más popular)
1975 La historia de Joanna, Gerard Damiano (asombrosa "adaptación" de "Historia de O" por el director cumbre del género, es un clásico del BDSM en el que se incluyó por primera vez una escena homosexual masculina, y se inspira en la manera de dirigir de maestros como Bergman y Hitchcock...)
1975 Saló o los 120 días de Sodoma, Pier Paolo Pasolini (quizá de lo más duro que se ha estrenado jamás, según dicen...)
1975 Historia de O, Just Jaeckin (del director de "Emmanuelle")
1976 El imperio de los sentidos, Nagisa Osima (una obra de arte, hecha de rojo y blanco, sincera, vigorosa, inolvidable... es muy injusto considerarla una película sólo erótica)
1976 A través del espejo, Jonas Middlenton (una película fantasmagórica y quizá bizarra, muy particular)
1976 Paraíso porno, Henry Paris
1977 Ese oscuro objeto del deseo, Buñuel (la última película de Buñuel, con su toque erótico personal)
1977 Eruption, Stanley Kurlin (con el mítico John Holmes, apodado tres piernas, a las chicas les encantará, bueno, no sólo a las chicas...)
1977 Baby face, Alex De Renzy
1977 Memorias de una pulga, Jim y Artie Mitchell (de los creadores de "Tras la puerta verde")
1978 Barbara Broadcast, Henry Paris (un pequeño clásico con una atmósfera sutil y lúdica, tiene uno de los inicios más logrados de la historia del cine sexual, no llega por poco a la obra maestra, pero es una película muy especial, con encanto y el desenfado de esos años)
1978 Debbie does dallas, Jim Clark (la candidez de Bambi Woods unida a su lascivia hicieron de esta película un éxito, y de ella un mito sexual)
1978 Easy, Anthony Spinelli
1978 Las niñas calientes, Francis Leroi
1978 Pretty peaches, Alex De Renzy
1978 Calígula, Tinto Brass (una superproducción con reparto de relumbrón e insertos hardcore ajenos al propio director)
1978 La pequeña, Louis Malle (ambientada en los burdeles de otra época, con Susan Sarandon y Brooke Shields, es una película interesante)
1979 La ceremonia de los sentidos, Antonio D'Agostino (afirma la rara pero digna, quizá incluso envidiable, condición sexual hermafrodita)
1980 El lago azul, Kleiser (con Brooke Shields ya no tan pequeña, convirtiéndose en sex symbol)
1980 Furor insaciable, Godfrey Daniels (con Marilyn Chambers, volviendo por sus fueros, y fuegos, es uno de los clásicos del cine sexual y uno de los títulos más vendidos de todo el género)
1980 Tabú, Kirdy Stevens (la primera de la saga sexual)
1980 Talk dirty to me, Anthony Spinelli
1980 American gigoló, Schrader (con Richard Gere, que ya tenía una legión de admiradoras, además pueden admirar mucho en esta película, de Gere, claro)
1981 El cartero siempre llama dos veces, Rafelson (Jessica Lange es fuego puro)
1981 Fuego en el cuerpo, Kasdan (un thriller erótico, Katherine Turner en la cumbre)
1981 Medias de seda, Burd Tranbaree (las medias son el requisito, el sexo es el argumento)
1981 Amanda de noche, Robert Mc Callum (de las primeras películas con la calificación X estrenadas en España)
1982 Querelle, Fassbinder (un maestro del melodrama abordando relaciones homosexuales)
1983 La llave secreta, Tinto Brass (con la Sandrelli, por el especialista italiano del erotismo)
1983 A taste of money, Richard Mailer (con la musa porno Constance Money)
1984 Cada mujer tiene una fantasía, Edwin Brown o Durrell (un intento de hacer cine sexual también para mujeres, aunque ni todas las mujeres ni todos los hombres somos iguales, no es verdad que el porno sea sólo para hombres ni que todos los hombres seamos iguales, ni todas las mujeres)
1985 New Wawe Hookers (El inicio), Gregory Dark (un clásico que abrió caminos, y en el que se coló una menor de edad llamada Traci Lords... el director realizaría años después video-clips para una cantante con nombre de estrella porno, y afición a no usar ropa interior, llamada Britney Spears...)
1985 Matador, Almodóvar (el erotismo de Almodóvar )
1986 El diablo en el cuerpo, Bellocchio (con una considerable naturalidad sexual, aunque no sea una película calificada como pornográfica)
1986 Terciopelo azul, David Lynch (la joya de un genio tiene su erotismo particular)
1986-87 The devil in Miss Jones 3&4, Gregory Dark (película en dos partes continuando la saga iniciada con una de las obras maestras de Damiano)
1987 La ley del deseo, Almodóvar (entre travestismo y homosexualidad, la "ducha" pública que recibe Carmen Maura es de los momentos más eróticos de la historia del cine)
1988 Cinema paradiso, Tornatore (al final se enlazan secuencias de besos censurados, hay que recordar que durante décadas los besos se cortaban o se medía su duración...)
1989 Cuando Harry encontró a Sally, Reiner (un orgasmo fingido en una cafetería, entre divertido y erótico, dos cosas que suelen ir juntas...)
1989 Night strips, Andrew Blake (un clásico de un director hardcore que marcó un estilo original pero esteticista y frío)
1989 ¡Átame!, Almodóvar (las feministas la odiaban pero no era para odiarla, y el baño con el buzo de Victoria Abril es un momento cumbre de la historia del erotismo actual)
1990 La masajista, Paul Thomas (una película sexual en la que hay pocas escenas explícitas, pero vale más la calidad que la cantidad, y en la que según algunos surge lo más parecido a una historia de amor que puede nacer en una película X)
1990 Concepts de Salieri, 1 y 2, Mario Salieri (la imaginación al servicio de las fantasías sexuales del director italiano de hardcore)
1990 Las edades de Lulú, Luna (basada en la novela, y con la tendencia erótica propia del director)
1991 Amantes, Aranda (más centrada en el erotismo que en la violencia, como su director)
1991 La bella mentirosa, Rivette (el clásico de la nueva ola francesa en una historia sutil y erótica)
1992 Jamón, jamón, Luna (los pechos de Penelópe Cruz le saben a jamón, según dice Bardem)
1992 Mujer blanca soltera busca..., Schroeder (un thriller con dos actrices muy sensuales)
1992 Instinto básico, Verhoeven (el cruce de piernas de Sharon Stone fue histórico, aunque la película flojeaba y repetía el cansino estribillo del sexo destructivo)
1993 Justine: Nothing to hide 2, Paul Thomas (cuesta creer que sea una secuela, porque es sexual hasta la médula...)
1993 Adolescencia perversa, Mario Salieri
1993 El piano, Jane Campion (la directora neozelandesa realiza una película con bastante erotismo, con Holly Hunter y Harvey Keitel)
1993 La ardilla roja, Medem (el erotismo y el sexo en Medem son muy interesantes)
1993 Mi Idaho privado, Gus van Sant (una pareja homosexual que ejerce la prostitución...)
1994 Más allá de las nubes, Antonioni y Wenders (una maravilla con una sensualidad y un erotismo propios de un hombre como Antonioni, que en "La aventura" afirmaba que el sexo no es la solución)
1994 La masajista 2, Paul Thomas
1994 El perfume de Mathilde, Marc Dorcel (el cine galo vuelve a situarse en la cumbre del cine sexual)
1995 Nunca digas no a Rocco, Rocco Siffredi (pasa por ser su mejor película, como actor y director, aunque demasiado salvaje (para mi gusto) el hombre... quizá mostró a muchos heterosexuales que no se deja de serlo por fomentar la puerta de atrás, en cualquier caso Siffedi es un mito del cine sexual)
1995 Latex, Ninn (visualmente innovadora en el mundo del hardcore, aunque de estética fría)
1996 Zazel, la esencia del amor, Philip Mond (cine sexual sensual, elegante y exuberante, de calidad)
1996 Belleza robada, Bertolucci (la belleza de la Toscana y la belleza de Liv Tyler son increíbles)
1996 Tierra, Medem (con dos de las actrices más sensuales: Emma Suárez y Silke)
1996 Crash, Cronemberg (une la violencia de los accidentes de tráfico y el deseo sexual)
1997 Boogie nights, Paul Thomas Anderson (inspirada en la vida del actor John Holmes, es una magnífica película sobre el mundillo del porno en los 80)
1997 Perras callejeras, José María Ponce (título original, esta vez no es una traducción sonrojante, de un director clave del cine sexual español, con el icono del género Nacho Vidal)
1998 Los idiotas, Lars von Trier (con escenas que parecen salidas de una peli hardcore, muy inquietante en todos los aspectos, y rodada bajo las condiciones del movimiento dogma, cámara en mano..., se cuenta que el movimiento dogma se inspiró en el estilo visual de un subgénero porno)
1999 American beauty, Mendes (un hombre de mediana edad se enamora de una chica joven y decide vivir de otra manera)
1999 American pie, Weitz (irreverente, tiene una escena con un pastel que la censura dejó pasar con un montón de condiciones, los pies en el suelo...)
1999 Romance X, Catherine Breillat (sexualidad femenina y el mito porno Rocco Siffredi)
2000 Intimidad, Chereau (tiene escenas muy naturales de un hombre y una mujer en la intimidad sexual)
2001 Y tu mamá también, Cuarón
2001 Lucía y el sexo, Medem (aunque en el fondo es una historia de amor)
2002 Golfos y picardías de antaño, Michel Reilhac (recopilación de 69 minutos de cine sexual de la época muda... y es que el sexo viene de lejos y lo lejos que te lleva...)
2003 Soñadores, Bertolucci (con la frescura en lo relativo al sexo propia de Bertolucci, en el mayo francés... haz el amor y no la guerra)
2004 Eros, Antonioni-Soderbergh y Wong Kar-Wai (cada director realiza un mediometraje de inspiración erótica, el de Kar-Wai es magnífico, y está a años luz de los demás)
2005 La piel vendida, Vicente Pérez Herrero (buen documental en el que se da voz a cineastas e intérpretes del exitoso cine sexual español)
2005 El sabor de la sandía, Tsai Ming-liang (¡un musical sexual...!)
2005 Dentro de Garganta profunda, Fenton Bailey y Randy Barbato (documental muy interesante que profundiza en el fenómeno sociológico y político del clásico Garganta profunda)
2006 Shortbus, John Cameron Mitchell (impagable alegato por la sexualidad vitalista y desprejuiciada, rodada con total franqueza y naturalidad, difuminando los límites entre cine convencional y cine sexual, quedándose del lado de la vida, o sea de la integración del sexo en la vida)
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bibliografía
- Cine erótico, por Douglas Keesey (Editorial Taschen, 2005) incluye un poco de historia del género, la influencia de la censura... numerosos títulos, citas sobre el erotismo... muy interesante, por algo es de una editorial tan prestigiosa como taschen... www.taschen.com

-Cine para adultos. 1001 películas para 1001 noches, por Luis Miguel Carmona y Álex Bassas (T&B, 2007) diccionario de películas detallado, con más de 1000 títulos...

-El cine de gays y de lesbianas, Boze Hadleigh (Odín ediciones, 1996)

- Exxxpaña. Historia del porno español, por Paco Gisbert y Manuel Valencia (Ediciones Glénat, 2005) que incluye un dvd documental sobre la historia del porno español titulado Fórmula X, dirigido por Sandra Uve.

-El destape nacional, por José M. Ponce (Ediciones Glénat, 2006) escrito por el director pionero en la transición a la democracia y primer director del Festival erótico de Barcelona www.edicionesglenat.es

-Videoguía X 1 y 2, Manuel Valencia (Midons, 1994 y 1996)


-Pensar la pornografía, Ruwen Ogien (Paidós, 2005) un libro muy interesante escrito por un filósofo http://www.paidos.com/autor.asp?codaut=443

- Sólo para adultos (Historia del cine X), Casto Escópico (La máscara, 1996)

-También recomiendo el artículo aparecido en EL PAIS, titulado La otra cosa, por JOSÉ ANTONIO MILLÁN (02/07/2005)

http://www.elpais.com/articulo/ensayo/elpbabens/20050702elpbabens_3/Tes/
Más adelante lo reproduzco, pero el enlace original es el anterior...
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citas_ algunas citas incluídas en Cine erótico, por Douglas Keesey (Taschen, 2005)
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=Para una mujer no hay nada más erótico que ser comprendida. _Molly Haskell

=Yo no inventé el sexo. Yo lo redescubrí, lo destapé y añadí un par de acepciones que nunca se le ocurrieron al señor Webster. _Mae West

=Sé algo de cocina. Puedo ocuparme de los niños. Si no hay niños puedo ocuparme de ello. _en Escándalos romanos

=El censor es un hombre que sabe más de lo que considera que uno debe saber. _Laurence Peter

=Existe la viagra. ¿Por qué está permitida la excitación química, pero no la visual? _James Ferman

= -Creo que voy a besarte

-¿Cuándo estarás seguro? _en Flor de cactus

=Es incluso mejor si tú me ayudas. _en Tener y no tener

=Ernst Lubitsch era capaz de hacer más cosas con una puerta cerrada que la mayoría de directores modernos con una bragueta abierta. _Billy Wilder

=Sólo silba. ¿Sabes silbar, no? Juntas los labios y soplas. _en Tener y no tener

=El sex appeal es un 50% de lo que tiene una y otro 50% de lo que la gente cree que tiene una. _Sophia Loren

=Usando la imaginación se puede mirar a cualquier actriz y verla desnuda. Espero hacerles usar esa imaginación. _Hedy Lamarr

= -¿Qué estás haciendo?

-Si no lo sabes es que lo estoy haciendo mal _en Nacida ayer

= -Hablando de caballos tiene clase, pero desconozco hasta dónde puede llegar.

-Depende mucho del jinete _en El sueño eterno

= -Eso que lleva puesto es casi un vestido. ¿Con qué lo sujeta?

-Con pudor _en Un americano en Paris

=Tu nombre empieza con una caricia y termina con el restallar de un látigo. _Jean Cocteau a Marlene Dietrich

=(Greta Garbo) te hacía pensar que, si tu imaginación debía pecar, al menos podía estar contenta por lo impecable de su gusto. _Alistar Cooke

= -¿Por qué me has traído aquí?

-¿No eres ya mujer para saberlo? _en El caíd

=No podrán censurar la chispa de mis ojos. _Charles Laughton

=Me gustan tanto las ostras como los caracoles. _en Espartaco

= -¿Es pornografía o es arte?

-Si está bien enfocado es pornografía. Si está desenfocado es arte. _en El año que vivimos peligrosamente

=La pornografía no está en las manos del niño que descubre la sexualidad mientras se masturba sino en las del adulto que le abofetea. _Bernardo Bertolucci

=Nunca consigo cerrar las cremalleras. Quizá signifique algo. ¿Usted qué cree? _en Gilda

=Sí, me dio clases particulares detrás del púlpito una Nochevieja. Él gritaba "arrepiéntete, arrepiéntete", y yo le suplicaba "sálvame, sálvame". _en El fuego y la palabra

=Para mí el amor es muy profundo. El sexo sólo consiste en unos pocos centímetros. _en Balas sobre Broadway
=Gracias, he disfrutado de cada centímetro. _Mae West

= -¿Es verdad lo que dicen de ustedes? ¡Oh, es verdad!

-Disculpe señora, siento decepcionarla pero lo que está chupando es mi brazo. _en Sillas de montar calientes

= -¿Quieres que hagamos una escena de sexo?

-¿Una escena de sexo? Creo que no estoy preparado para ninguna escena, pero si quieres podemos

ensayar juntos. _en El dormilón
.

***
más

(algunas webs pueden contener imágenes de contenido sexual explícito, sólo para adult@s)

-
www.filmsite.org/sexinfilms.html (en inglés, un poco de historia)

www.filmsite.org/sexualfilms.html (en inglés, un poco de historia)

www.doctorg.com/classicadultfilms.htm (en inglés, clásicos del género)

http://www.adultfilmdatabase.com/ (base de datos del cine sexual)
http://www.iafd.com/ (base de datos de cine sexual)
http://www.avn.com/ (en inglés, noticias, premios, dvd, video...)
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http://seronoser.free.fr/laincineradora/x1.htm sucinta historia del cine x
http://seronoser.free.fr/laincineradora/x2.htm parte 2
http://seronoser.free.fr/laincineradora/x3.htm y parte 3
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http://anodis.com/nota/5388.asp?pag=1 un poco de historia del cine sexual gay
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(incluyo el interesante artículo extraído de EL PAIS)

La otra cosa, por José Antonio Millán -publicado en EL PAIS (02/07/2005)

En palabras del Arcipreste de Hita (siguiendo a Aristóteles), "el hombre por dos cosas se mueve": la primera por conseguir el sustento; la otra cosa era... eso. Dado el inmenso auge de la literatura gastronómica, sorprende un poco que (salvo en circuitos especializados) abunden tan poco las publicaciones dedicadas a los placeres de la carne. Los azares o los designios editoriales han hecho coincidir dos libros del mismo sello, dedicados uno a la lujuria y otro a la pornografía, ambos escritos por filósofos (británico y francés, respectivamente).

Simon Blackburn (autor de libros tan populares como Pensar y Sobre la bondad) aceptó el envite de dictar una de las conferencias sobre los siete pecados capitales que programaron Oxford University Press (Estados Unidos) y la biblioteca pública de Nueva York. Se califican de pecados "principales" porque provocan a su vez otros pecados. La lista que hoy manejamos se debe a Gregorio Magno, en el siglo VI (para una información autorizada sobre estas siete lacras... y las virtudes opuestas, véase la enciclopedia web de las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María en http://www.corazones.org).
Todos hemos sentido los embates de la lujuria, lo que excusa a Blackburn de intentar definirla (y a mí de glosarle): su tarea se limita a asediarla apelando a las armas de la literatura, de la filosofía, de la religión y de la ciencia. Dado que "buena parte de la literatura mundial está consagrada al amor erótico", y que las indagaciones sobr el tema con diversos propósitos son extensísimas, Blackburn no puede hacer un recorrido sistemático, sino un "paseo". Éste es ameno y sugerente, entreverado de citas y animado de ilustraciones. Comienza por el Deseo (¿por dónde si no?), y ahí acudirán los versos de Safo ("cuando / te miro un solo instante, ya no puedo / decir ni una palabra") y el peritaje de los neurofisiólogos acerca de los cuatro sistemas corporales implicados: del endocrino al genitourinario. Pasa por el Exceso (Hipócrates sembrará la idea de que los calvos lo son porque "con el trato sexual sus cabezas se agitan y calientan"), para desembocar en dos metáforas platónicas, que sitúan el problema desde la perspectiva personal y social, respectivamente: la pareja de corceles, el fogoso y el retenido, controlados por el auriga, y el andrógino primordial, dividido en dos mitades que desde entonces buscan ardientemente su reunificación... Aunque no todos buscan reunificarse: Diógenes y Oscar Wilde nos llevan en un paréntesis a tratar una solución lujuriosa al alcance de todos, la masturbación. Para el cínico Wilde "es más limpia, más eficiente y te encuentras con mejores personas".

cristiano ante la senda tenebrosa del sexo? Sus raíces se encuentran en san Agustín (que de lujuria sabía mucho), y su configuración nos lleva al sabroso debate sobre si en el Paraíso, antes de la Caída, hubo sexo entre Adán y Eva, y en caso afirmativo, si existió placer. Si el sexo es algo malo, como resulta, ¿qué hacemos con la procreación (con la que guarda cierta relación)?: ahí se estudian las posturas católicas sobre la fornicación dentro del matrimonio, que se remontan a santo Tomás, y las consiguientes sutilezas anticonceptivas (que permiten, por ejemplo, usar un calendario, pero no otros medios). Para tratar la ceguera y las ilusiones del amor erótico se recaba la colaboración de Shakespeare y Dorothy Parker. Para ésta, cuando la mujer dice al hombre que es suya, y éste jura pasión inagotable, "Señora, tomad nota de esto: / uno de los dos está mintiendo" (por cierto, la sensible traducción de Ramón Vilà se extiende afortunadamente a las piezas literarias insertadas en la obra). Y una interesante conclusión: si la elección es entre lujuria más ilusiones y lujuria a secas, no hay argumentos para preferir lo primero...

Hobbes viene a poner orden en este pantanoso tema, introduciendo una de las claves, la intersubjetividad, que Blackburn glosa así: "A le da placer a B. A B le place lo que A está haciendo, y a A le place el placer de B. Esto también debería placer a B" (el lector puede proseguir por su cuenta este juego de espejos). La sensación de unidad con otra persona que da el placer compartido se explica así por esta sensación de estar interpretando en conjunto una partitura no escrita... Pero toda una línea de pensamiento, que comienza en Kant, considera inevitable la degradación del objeto erótico. Un maravilloso poema de los años treinta de Edna St. Vincent Millay lo plantea, curiosamente, desde el lado femenino: "Yo, nacida mujer... me siento empujada... a cargar el peso de vuestro cuerpo sobre mi pecho... Quiero dejarlo claro: considero que esta ansia no es razón suficiente para mantener una conversación cuando nos volvamos a ver". Otro tema escabroso (realmente Blackburn no los elude) es el de saber si el deseo lujurioso es algo genérico, que puede encontrar su satisfacción en cualquier objeto, o si está dirigido a una persona en concreto. La cuestión es importante, porque afecta a la consideración de los medios en los que, en rigor, no hay un otro con el que trenzar el juego hobbesiano: prostitución y pornografía...

Pero de esto último quien sabe más es el filósofo moral Ruwen Ogien. Pensar la pornografía es un libro más árido que Lujuria: está escrito con la estructura lógica y el escalpelo de un filósofo analítico, y el resultado es frío (lo que quizá convenga a lo caldeado del tema). Ogien realiza un clarificador recorrido por la historia de las definiciones del concepto, que abundan, por la sencilla razón de que legisladores y educadores han venido considerando necesario proscribir el acceso a determinadas representaciones de contenido sexual. La revisión histórica es muy curiosa: mientras la pornografía era patrimonio exclusivo de las clases acomodadas, la cuestión no se considera problemática. Pero cuando aparecen los medios técnicos de reproducción (de la imprenta popularizada a la fotografía) la cosa cambia: "Las personas con opiniones hechas dicen que esas imágenes causan un considerable perjuicio a los demás", escribía Bertrand Russell, "pero ni una sola de aquéllas quiere reconocer que les han causado perjuicio a ellas". Y el tema de la protección de los más indefensos (antes, las clases populares; hoy, los niños) es constante en el discurso sobre lo pornográfico.

La extensión de Internet ha provocado un auge desmesurado en la oferta y el consumo de pornografía (en esto último España está muy a la cabeza de los países de nuestro entorno), lo que hace aún más necesaria la revisión que plantea Ogien. Los puntos debatidos son variados; por ejemplo: la pornografía, ¿puede considerarse educativa? Hay que reconocer que el cunnilinguis y la estimulación clitoridiana deben más a este género que a cualquier manual de educación sexual... ¿Es una forma insidiosa de discriminación sexual? Dependiendo de los estudios y las fuentes (y una baza clave de Ogien es presentar las encuestas "científicas" en su contexto ideológico), o bien la mujer es objeto único de degradación en las representaciones pornográficas: sometidas, violadas, golpeadas; o bien éstas degradan por igual a mujeres y hombres (muñecos erectos siempre disponibles); o bien, no hay degradación alguna. Otros temas a los que se pasa revista son los fenómenos de "saturación" ante el consumo constante y las dependencias psicológicas (o adicciones), o el sesgo homosexual (masculino) que puede estar tomando subrepticiamente la pornografía (heterosexual) contemporánea, con su énfasis en las felaciones y en la penetración anal.

es: ¿qué molesta, en definitiva, de la pornografía? Para Ogien está claro: que, a pesar de datos y estudios que señalarían su (relativa) inocuidad, choca con preconceptos demasiado arraigados sobre lo que debería ser la sexualidad humana. Y esto no puede extrañarnos: se trata de un tema que no sólo lleva preocupándonos desde mucho antes de Platón, sino que además tiene grandes implicaciones políticas: cualquier postura, a favor o en contra, crea extraños compañeros de cama, como el apoyo (luego lamentado) de cierto feminismo norteamericano a las posturas prohibicionistas provenientes del estamento más reaccionario del país. Cualquier control, por otra parte, exige definiciones claras de lo pornográfico, y éstas pueden (lo sabemos desde el Ulysses joyciano, y aun antes) convertirse en formas de censura.

Y es que ante el deseo, la lujuria (o sus representaciones), es difícil permanecer impasible, incluso con sentimientos contrapuestos. Quizá nadie lo retrató mejor que Woody Allen: "Vivimos en una sociedad demasiado permisiva. La pornografía nunca se había exhibido con tal impudor. ¡Y encima las imágenes están desenfocadas!".

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- artículo publicado en EL PAIS (02/07/2005)
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Y sólo una cosa más... la mayoría de las veces el erotismo y la risa van de la mano...

Hay quien habla de películas erótico-festivas, no es mal concepto, ¿verdad?.

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