6/12/07

el doblaje y el cine español

_el cine español y el doblaje de las películas extranjeras
En 1941 se decreta, por razones patrióticas, la prohibición de proyectar películas en otro idioma que el español. La obligatoriedad del doblaje, tan bien intencionada, iba a hacer un flaco servicio al cine nacional, regalando el arma del idioma a las estrellas extranjeras.
_Historia del cine (vol. 2), Román Gubern (Lumen, 1974)
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El doblaje de películas extranjeras consigue dos cosas: una es que no veamos las películas en versión original, con las interpretaciones verdaderas de las películas (aunque los actores y actrices de doblaje a veces hacen maravillas) y la otra es que películas extranjeras compitan con las españolas con la ventaja del idoma.
Hay películas españolas que apenas se estrenan o ni se estrenan en muchas provincias españolas porque subproductos extranjeros (que ni se estrenan allí pasando directamente a dvd) ocupan los cines.
El espectador puede ir al cine y elegir entre las películas que se proyectan pero no puede elegir entre las que no tienen esa oportunidad.
Y lo que se hace en España es darle antes la oportunidad de estrenarse a una película extranjera (que ni se estrena allí) que a películas hechas aquí y que merecen la pena. No digo que todas las películas españolas sean maravillas pero sí que bastantes películas que no han podido competir con otras extranjeras están a su nivel o son mejores. Y lejos de una política proteccionista yo lo que defiendo es que al menos se puede estrenar lo que se hace aquí. ¿No es lo mínimo? Pues ni eso.
Además, hay países en los que las películas extranjeras se proyectan subtituladas, costumbre que en España no existe por la imposición franquista del castellano como único idioma de proyección, en perjuicio del propio cine español, que regala al cine extranjero el idioma. Entonces había tanto analfabetismo entre la población como entre los dirigentes de la cultura, pero con el tiempo que ha pasado, ¿cómo seguimos así?. En aquella España quizá era inviable que se subtitularan las películas porque bastante gente no sabía leer, pero por otra parte tampoco interesaba que la gente supiera sino sencillamente que obedecieran. Y el doblaje también fue una manera de censurar, a veces con tanta torpeza como en la mítica Mogambo de Ford, en la que la censura española convirtió una infidelidad en un incesto... (¡qué habilidad, y qué perspicacia!) al hacer que fueran hermano y hermana...
Insisto en que no se trata simplemente de ver cine español por ser español, aunque conviene recordar que el cine además de un mero entretenimiento tiene la capacidad de ser una expresión cultural, y de reflejar la sociedad, las costumbres, los problemas y alegrías de una sociedad. En este aspecto el cine español es el que puede reflejar las alegrías y los problemas propios de este país, cosa que no puede hacer el cine extranjero, que como es natural refleja la forma de vida, costumbres, de otros lugares, lo que es muy bueno para intentar comprender a otras culturas. Pero una cosa es que sea bueno comprender otras culturas a través del cine y otra cosa es que apenas podamos expresar nuestra propia cultura a través del cine.
El cine español siempre ha contado con cineastas geniales, como Segundo de Chomón en la época muda, y después con Buñuel (filmando en Francia, en México, apenas aquí dada su libertad creativa y la dictadura española), con Berlanga y Bardem, o con las maravillas de Víctor Erice. Y últimamente los éxitos de los hermanos Trueba, Amenábar y Almodóvar (que aunque sea español a veces me parece divertido y otras vulgar) reflejan la importancia a nivel no sólo europeo sino mundial del cine español, capaz de plantarle cara casi a cualquier cinematografía del mundo, por eso es tan triste que buenas películas, de directores y directoras noveles o no, apenas consigan llegar a las pantallas.
Que lleguen a las pantallas, sólo eso. Luego el público que decida, pero que no se pueda ni elegir, que cueste ver cine español en España...