_Sinceramente, como a la mayoría de los hombres a los que nos atrae el sexo complementario (opuesto no me lo parece) no me molesta en absoluto el desnudo femenino en el cine, pero eso no quita que incluso disfrutando de algunas bellezas femeninas en pantalla haya desnudos bastante gratuitos e innecesarios. Insisto en que es agradable para mí ver un bello pecho y todo lo demás, pero en realidad no aportan nada a la historia y son tan injustificables como esas tomas de una pareja en la intimidad en las que las sábanas (incluso pegadas con cinta adhesiva) tapan los caracteres sexuales, primarios y secundarios, de manera ridícula, como si eso fuera así.
_No creo que se me pueda acusar de libertino ni de mojigato respecto a la sexualidad (aunque en realidad me da igual de lo que se me acuse) pero creo que el desnudo para verle el vello púbico o los pechos o... a la protagonista no es síntoma de liberalización sexual o progresismo sino precisamente de lo contrario, es reaccionario hasta la médula sobre todo cuando al actor principal no se le muestra igualmente desnudo. Se trata de una igualdad ante el desnudo que no suele darse, y que revela para mí una mirada sesgada, hipócrita o intrusiva, cuando no superficial y frívola, o tímida. Es ir más allá de lo natural o quedarse a medio camino de lo natural. Se usa a menudo el sexo y el desnudo como reclamo taquillero pero a la hora de la verdad no se llegará a la franqueza y honestidad de "El imperio de los sentidos". Se aborda el sexo con un tratamiento epidérmico del desnudo femenino, e incluso del masculino, cuando no mercantilista. ¿Cuántas películas sólo tienen un par de desnudos y poco más? ¿Iría alguien a verlas sin esos desnudos? Sinceramente, para ver desnudos y sexo hay medios de sobra, aunque hasta que apareció internet todo era muy distinto, tanto que a los que ya han nacido en la era internet les parecería increíble. El cine, de cualquier manera, es otra cosa, algo muy distinto.
_Hay sectores supuestamente progresistas que colocan desnudos en sus films como pretendidas muestras de lo transgresores que son, pero si a esas películas les quitamos esas escenas las películas no pierden ni una coma, pero un bello desnudo se suele acoger con agrado, y cualquier avispado sabe que el desnudo y el sexo vende.
_Por eso denuncio el uso improcedente de tantos desnudos intrusivos y voyeuristas en vez de naturales. Y también denuncio la mojigatería ridícula en las escenas de cama, esas sábanas, esas posturas, cambios de plano cuando podría verse lo que no se atreven a enseñar, lo que también es manipular al espectador dándole a entender que se va a mostrar la realidad cuando no se va a hacerlo. Defiendo la franqueza del cine sexual en este sentido, que no usa fundidos en negro ni va de progresista, ni es intrusivo y voyeurista sino más bien documental y exhibicionista si se quiere, pero al espectador no se le manipula con el truco de sugerir y no mostrar, o de mostrar y tapar, con el morbo de aparentar y luego no mostrar.
_El cine convencional eludía la cuestión sexual por completo, hasta el punto de que en cierto modo es anti-sexual. Después se fueron dando pasos hacia el desnudo y los primeros ardores sexuales, mientras quedara ropa y no se viera nada, ahora a veces se llega a mostrar ya la realidad completa, aunque generalmente sin naturalidad, usando el sexo de manera efectista, como reclamo, o con veleidades ridículas. El cine sexual es más digno en este sentido pues no se vende como otra cosa, va de frente, es franco y no se queda a mitad, no usa coartadas argumentales (los argumentos del cine sexual suelen ser muy escasos) ni va de progresista y vanguardista, para mostrar el desnudo y el sexo.
_Ya sería hora de que el cine convencional abandonara los desnudos forzados y las forzadas escenas de cama con posturas entre ridículas y morbosas. Menos desnudos porque sí, sin venir a cuento, y menos sábanas, montaje en las escenas de cama, en las que tampoco tendría que ser la norma mostrar el sexo explícito pero lo natural sería mostrar la desnudez de quienes ya se han visto (todo lo demás) en la intimidad. Sería más natural, y también sería más natural que el desnudo masculino se equiparara con el femenino, pero aún no hemos llegado a asumirlo culturalmente, no es sólo que la mayoría de películas sean dirigidas por hombres. El desnudo masculino es más explícito que el femenino, y más sexual que el femenino, dada la naturaleza sexual masculina, más expuesta, ustedes ya me entienden. Por ejemplo, si en alguna escena aparece un hombre desnudo, en una película convencional, no se le verá sexualmente excitado, pues las leyes de calificación por edades pasarían a calificarla (o descalificarla) severamente. Y claro, resulta increíble ver a un hombre en situaciones altamente eróticas como si tal cosa... vamos, que no es verosímil. Además el público femenino, como es natural, puede tener el deseo de ver en su plenitud natural, e incluso sexual, a sus actores favoritos (yo no creo que el éxito de Rocco Siffredi se debiera simplemente a los hombres aficionados al cine sexual, estoy convencido de que bastantes mujeres avivaron algo más que sus ojos con el mito italiano del porno) lo que es de lo más natural porque si no el mundo no sería mundo. Y además desde los 70 existen directoras de cine sexual, e incluso ahora se ha autoproclamado la etiqueta de porno para mujeres, una mezcla de avance y retroceso, o de negación de la evidencia de que no existe tal cosa ni la contraria, pues hay muchos tipos de hombres y de mujeres.
_Éste es otro asunto sobre el que comentar algo. Cuando el director cumbre del cine sexual, Gerard Damiano, realizó "Historia de Joanna" incluyó también prácticas homosexuales, las acostumbradas lésbicas y como audaz novedad añadió con toda naturalidad también la homosexualidad masculina. El resultado: alborotos y destrozos en varios cines y la escena eliminada en algunos montajes posteriores. Hay gente de mentalidad muy cerrada, y es evidente que el cine sexual convencional es heterosexual y contempla las relaciones lésbicas sin problemas, aunque hay lesbianas que afirman que las escenas de lesbianas suelen ser poco realistas, aunque supongo que de todo habrá, a fin de cuentas son mujeres quienes las interpretan..., pero está claro que tampoco todas las relaciones lésbicas son iguales, tampoco son iguales todas las lesbianas, ni son iguales todos los gays. Pero es cierto que el cine sexual no aporta ni un atisbo de homosexualidad masculina manifiesta, aunque Rocco Siffredi, como poco polémico por su "ímpetu", quizá encarna un eslabón perdido entre el cine hetero y homosexual al fomentar tanto su placer de la puerta de atrás en las relaciones heterosexuales, lo que antes era considerado simplemente un gusto de homosexuales.
_Aunque los desconozco, hay que hablar de la existencia de un cine sexual completamente gay, con sus estrellas, variantes y terminología, al igual que un cine lésbico dirigido por mujeres, aunque sería un error creer que el cine gay sólo lo ven gays, al igual que el cine lésbico no lo ven sólo mujeres, cosa evidente. Hay audiencias reveladoras sobre el consumo de cine gay por mujeres amas de casa, por ejemplo, además de que está claro que las escenas lésbicas son muy atractivas para muchos hombres. Y canales sólo para mujeres que han visto gran parte de su audiencia compuesta por gays... ¡Esto del sexo es más complejo que menos, aunque maravilloso y fluido!.
_Sería deseable un cine sexual que expresara las posibilidades heterosexuales, homosexuales y bisexuales del ser humano (incluso las hermafroditas), aunque hace falta una mentalidad abierta para aceptar algo de tal magnitud. Y quizás las manifestaciones sexuales humanas son tantas que no se puede esperar de una película que abarque todo, aunque sería notable un intento así, una especie de película sexual al estilo de las películas de historias cruzadas, una de esas películas corales, pero en cine sexual. A fin de cuentas, incluso conocer lo que no nos atrae puede ayudarnos a comprenderlo un poco más. O a darnos cuenta de que solemos buscar lo mismo pero de distintas maneras. Y no sólo buscamos sexo, placer, diversión, también buscamos ternura, comprensión, cariño y amor.
_El cine sexual puede servir de mucho si se hace bien, el gobierno francés lo comprendió y financió la producción de cortos de sexo explícito para combatir la transmisión del SIDA, pues en el cine sexual rara vez se usa preservativo, y el ser humano empieza por imitar lo que ve, y con el tiempo a menudo sigue imitando lo que ve, en vez de plantearse o buscar otras posibilidades. Un cine sexual también educativo, didáctico... es una posibilidad.
_La representación sexual en el cine tiene su importancia, y también la tiene la manera en la que se aborda el desnudo. El cuerpo humano y la sexualidad humana no deben tratarse ni con fría y ridícula solemnidad enciclopédica ni con frivolidad, mercantilismo, como medios para otros fines, desde luego menores. Una de las mayores virtudes del cine sexual es que trata la desnudez y la sexualidad con franqueza, no utiliza el sexo para vender una película sino que vende sexo en una película. El cine sexual, por despreciado que sea, no engaña a nadie, es sincero, franco, no usa el desnudo y el sexo como tantas películas que son poco más que pornografía encubierta y voyeurismo morboso.
_Quiero también responder a una especie de crítica que recibe el cine sexual. Se dice a veces que en el cine sexual las mujeres siempre están dispuestas y que el sexo debería ir siempre unido al amor o a sentimientos más duraderos. Esto es una manera de ver el sexo que respeto y comprendo, a fin de cuentas también sé lo que es amar con pasión, y hablo de amar sin medida ("Quien pueda decir cuánto ama, pequeño amor siente", dijo Petrarca) pero no es la única, existe el sexo por el sexo, y existe el placer por el placer, como demuestra el hecho de que la práctica sexual más extendida en todas las épocas y culturas sea el autoerotismo. De la misma manera, hay personas que no precisan de un largo conocimiento previo para entregarse sexualmente ni para intentar el contacto sexual con otra persona. Y esto es lo que suele expresar el cine sexual, que puede ser tachado de inverosímil, por supuesto, pero la vida escribe argumentos que nos parecerían a todos inverosímiles. Sin ir más lejos, y hablando de cine sexual, les relato un caso verídico sucedido no hace mucho tiempo en Roma. Un grupo de amigos, (o por amigos se tenían entre ellos) se reúnen para cenar y alguien pone una película sexual. Puede que no sea de lo más habitual, pero lo surrealista es que la película en teoría no tenía que estar disponible en el país, y allí, frente al televisor el novio de la protagonista (que no tenía ni idea de la doble vida de su novia, estrella porno local) vio como su novia tenía sexo con uno de los amigos que estaba en la reunión de amigos. El resultado de este argumento de la vida real: el novio de la actriz porno se levantó, se fue a la cocina y cuando volvió empezó a acuchillar a diestro y siniestro. No hubo muertos, pero varios acabaron en el hospital, el novio acabó pasando a disposición judicial y la novia, la actriz porno, se marchó del país al día siguiente. Hay quien dice que el novio debía presumir de tener una novia estrella del género, en vez de haberse enfadado... pero visto que se dio a la fuga, más bien no.
_¿Verosímil?, pues así es la vida a veces, increíble. El cine sexual es increíble, bueno, quizá tanto como el cine musical, o el cine romántico, no nos engañemos, que casi todo el cine sigue consignas de planteamiento, nudo y desenlace con final feliz, y cuando no lo hace, los productores suelen meter la mano. El "Calígula" de Tinto Brass, por ejemplo, resultó en una orgía de insertos hardcore porque el productor vio poco comercial que se estrenara con la verosimilitud que quería el director, quien, para dar realismo, quiso mostrar a personas poco favorecidas por la diosa de la belleza.
_El cine sexual, tiene su parte de fantasía y ficción, naturalmente, es que nadie dijo que fueran sólo documentales, pero miren los demás géneros y díganme si alguno se tendría en pie sin sus convenciones, sin el deseo del espectador de disfrutar riendo, llorando, o avivando algo más que los ojos. El espectador es cómplice, pero no es tan tonto como para no saber que está viendo una película, aunque insisto que el cine sexual más bien enfatiza un tipo de sexualidad casual, esporádica, legítima, que siempre ha existido y existirá. Aunque el cine sexual no está cortado todo por el mismo patrón de sexo esporádico, fugaz, casual, rápido, y hay obras que crean atmósferas más románticas, sensuales e incluso amorosas. Quizá sea el mejor cine sexual, o el de mayor alcance, pero sea el cine convencional quien debe dar el paso hacia la sexualidad manifiesta en vez del cine sexual el que dé el paso hacia un mayor calado psicológico e incluso historias más románticas. Se puede realizar el recorrido desde ambos modos de narrar cinematográficamente, pero es algo injusto exigírselo al cine sexual en vez de al cine convencional, además el cine convencional es el que mayor presupuesto y facilidades de distribución y exhibición posee. Incluso una película sexual de alto presupuesto no será estrenada en el cine de su localidad, pasará directamente al acceso previo pago por internet, al alquiler y venta en dvd.
_Respondiendo a la queja: hay mujeres muy dispuestas a la sexualidad, siempre las ha habido y siempre las habrá, al igual que hombres, y básicamente el cine sexual muestra relaciones sexuales de y entre estos hombres y mujeres. Aunque puede expresar más tipos de relaciones y sentimientos. El cine sexual, a menudo considerado pura fantasía masculina, en realidad tiene una base real más grande de lo que se cree, y no aborda sólo fantasías masculinas sino también femeninas. Fantasías de vivir sexo con una actriz impresionante o con un actor impresionante. Fantasías que no tienen que ver con la verosimilitud sino con la idealización, identificación y el deseo disfrutar. Pedirle al cine sexual que sea verosímil, estrictamente documental, que eduque sobre sexualidad, es algo que puede hacer, pero no es su misión, es cine, no una asignatura de la escuela. Y que nunca sea una asignatura de la escuela tal y como son los textos escolares: aburridos. El sexo valioso nunca es aburrido, y el cine sexual suele ser chispeante.
_Al cine sexual, seamos serios, no es justo exigirle lo que no se le suele exigir al cine convencional, pero al cine sexual se le mira con lupa pues siempre está bajo el desprecio ignorante y censor, en realidad a pesar de mover una cantidad enorme de cine y de dinero, sigue estando al margen del cine convencional, con sus canales de distribución alternativos, mientras que eso no ocurre con ningún otro género cinematográfico, ni siquiera con el documental, que alguna que otra vez logra abrirse un merecido hueco en las salas de cine.
_El chispeante cine sexual, por fuerza nace para avivar algo más que los ojos, como todo cine, exigirle que avive todo lo humano, no solamente la sexualidad, es exigirle que deje de ser cine sexual para convertirse en gran cine, ese cine que llega por igual al corazón, la cabeza, el alma y el cuerpo. Yo deseo ver ese cine, pero ya no se tratará de cine sexual, cine de género, sino del cine natural que la vida está reclamando. Algo así como el cine con la profundidad psicológica de Ingmar Bergman y la sexualidad manifiesta de Gerard Damiano o los hermanos Mitchell.
_Ah, por cierto, el cine sexual ¿no sirve de barómetro del clima de una época?. Fíjense en la calidez, desparpajo y buen rollo del cine sexual de los 70 y compárenlo con la frialdad, la musculación y las siliconas, el prototipo de hombres y mujeres de los 90 y de la actualidad. Antes la gente parecía ser más natural y divertirse más, el vello púbico abundaba (y a nadie le preocupaba), mientras que en la actualidad la depilación hace estragos al respecto y los argumentos, aún mínimos y sujetados con agujas, se han eliminado con el gonzo, con lo que se demuestra una vez más que el cine sexual también es reflejo de la época en que se vive. Antes era más alegre y ahora es más rápido y frío, para mi gusto. Estoy generalizando, claro, pero no es por casualidad.
_El cine sexual, a veces clandestino, que se realizaba en la época muda se caracterizaba por hombres flacos y mujeres rellenitas, por ejemplo, y los reyes de España, el Sha de Persia y demás dirigentes contemplaban estas filmaciones aristocráticamente, al igual que en los prostíbulos más renombrados se proyectaban escenas picantes para entretener (y algo más) a los clientes hasta que llegara el momento de atravesar la pantalla y pasar a la acción.
_Por último hablar de la animación sexual, que no empezó con el hentai japonés ni mucho menos, sino que se conservan cortos (atribuidos a los mejores animadores de la época) datados en la década de los 20. Realizados al margen de los canales de distribución oficiales, clandestinamente, pero audaces y muy divertidos, son una nueva muestra de que el cine sexual sólo es una expresión más del interés sexual de la humanidad, que nace con el ser humano. Y sin embargo, todavía se intenta arrinconar lo evidente: la importancia de la sexualidad en el ser humano. Aunque creemos que vivimos una liberalización sexual, fijémonos bien y veremos que no es así, el cine sexual sigue estando relegado y arrinconado, como un mundillo aparte, sigue considerándose algo de lo que renegar si se realiza cine convencional, como una mancha en el expediente, cosa a la que las renegadas del cine sexual colaboran reaccionariamente. Hay canales específicamente sexuales, pero nunca veremos cine sexual en un canal mayoritario.
_El sexo, por lo que parece, es más inquietante que el comercio de armas. Y lo curioso es que incluso el sexo más ligero lleva en sí la flor de la alegría, y el sexo posee en su interior la semilla de la vida.
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