15/12/08

breve historia de la animación, parte 3/4

3- LA ANIMACIÓN JAPONESA
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_El anime se ha convertido en el eje de la industria cinematográfica nipona, caracterizándose por abarcar todo tipo de temas y por buscar también un público adulto receptivo hacia sus mensajes, que pueden llegar a tener un contenido violento o erótico como en el hentai. La fuente de esta variedad hay que buscarla en las mismas raíces de la cultura japonesa, que desde el siglo XIV cuenta con una importante tradición de literatura gráfica, que se expresa a través de tablas pintadas y papiros ilustrados que narran historias de samuráis y leyendas tradicionales.
Probablemente por este motivo, el cine de animación tuvo unos inicios tempranos en Japón. De hecho, las primeras películas animadas de las que se tiene constancia datan del año 1917. Se trata de cintas silentes de un solo rollo (entre 5 y 15 minutos), desarrolladas por autores como Oten Shimokawa, Seitaro Kitayama o Sanae Yamamoto. El género conocería una primera expansión a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, años en los que el cine de animación se convirtió en un importante instrumento para la propaganda gubernamental. Los primeros dibujos animados en color no aparecieron hasta 1955.
_Sin embargo, el auge definitivo del anime llegaría de la mano de otro fenómeno cultural puramente japonés: el desarrollo del manga. Auspiciado por el dibujante Osamu Tezuka, el manga combina las influencias de las ilustraciones tradicionales japonesas y del cómic estadounidense. Los rasgos esquemáticos y occidentalizados de sus personajes llegaron a la gran pantalla por primera vez en 1960 gracias a Alakazam el grande, una adaptación de Taiji Yabushita del exitoso manga de Tezuka.
_El primer anime creado en Japón se cree que es la película Hakujaden (La leyenda de la serpiente Blanca) que aparece en 1958; seguida por Hyoutan Suzume. El primer anime para la televisión fue “Mittsu no Hanashi” que aparece en 1961, seguido por Instant History en el año de 1962.
_Pero fue el maestro Osamu Tezuka quien protagonizó la gran explosión del anime. Autor de mangas inmensamente prolífico, adaptó varias de sus propias obras, consiguiendo un éxito absoluto con la serie de televisión Astroboy, que definió los rasgos habituales del anime: animación limitada, dirección a imitación del cine de imagen real, vínculo entre la industria de la animación y la del cómic. Tezuka, un huracán creativo, también realizó largometrajes y hasta magníficos cortos experimentales como Saltando (1984). Tezuka entró en el mundo de la animación en 1963, creando el estudio Mushi Productions. Centrado en la producción de dibujos animados para televisión, la compañía logró su primer éxito internacional con las aventuras del niño-robot Astroboy, uno de los personajes más populares de Tezuka. Esta serie abriría las puertas a la animación japonesa para dominar la producción de dibujos animados para televisión en todo el mundo, que se consolidó en las décadas siguientes, y hasta nuestros días, con éxitos (de varios autores) como Heidi, Marco, La abeja Maya, Mazinger Z, Campeones, Bola de dragón o Pokemon.
_Durante los años 60 el anime fue habitual en las salas de cine, pero en la década siguiente quedó confinado a la televisión. También hubo notables animadores independientes como Yoji Kuri con Ala Hacer (1967). Yoji Kuri fue el primer animador japonés que consiguió renombre internacional en los festivales de los años 60 y 70. También destacó el animador Kenzo Kinoshita con su obra Pica-Don (1978), en la que muestra, despertando conciencias, el horror de la bomba atómica de Hiroshima.
_A lo largo de las décadas de los 60 y los 70, la mayor parte de la producción de anime estuvo dedicada a la pequeña pantalla. No obstante, la tendencia empieza a cambiar a principios de los 80, con la entrada en escena de Isao Takahata y Hayao Miyazaki. Curtidos en series de animación como "Marco" o "Heidi", ambos decidieron fundar en 1983 el Estudio Ghibli, para producir sus propios largometrajes cinematográficos. De este modo, Hayao Miyazaki pudo escribir y dirigir maravillosas películas como Nausicaa, el valle del viento (1983), Mi vecino Totoro (1988), Porco Rosso (1992), La princesa Mononoke (1996), El viaje de Chihiro (2002) o El castillo ambulante (2004). Todas ellas alcanzaron una difusión internacional considerable, situando a Miyazaki en primera línea del cine de animación mundial. Por su parte, Isao Takahata ha realizado para Ghibli títulos como La tumba de las luciérnagas (1988) o Pom Poko (1994), que representó a su país en los óscar.
_Hacia los 80 nació una nueva forma de anime cada vez más aceptada, la Animación Original para Vídeo, de una mejor calidad, tanto en el dibujo como en la animación, con historias más cortas y desarrollos más rápidos. Destacaron, de Fujishima Kosuke: Oh! my Goddess y las series de 3x3 eyes de Yuzo Takada, basadas en mangas con los mismos nombres.
_El éxito internacional del anime ha sido aún más importante desde 1988, con el estreno de Akira, de Katsuhiro Otomo, basado en un manga del propio director, este thriller puso de moda el anime en todo el mundo. Después películas como Ghost in the Shell o Metrópolis lograrían reeditar el éxito de Akira. Tras el Oso de Oro ganado por El viaje de Chihiro, incluso la Filmoteca Española organizó un ciclo con el que se demuestra que el anime es un género cada vez más respetable y digno de atención.
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