14/12/08

la vida y el cine, en este orden

_Una vez Truffaut, pensando en voz alta, dijo "¿el cine es más importante que la vida?". Truffaut era un cinéfilo incurable que debía al cine su propia salvación personal y la razón de su existencia, pero aún así la vida es más importante que el cine, hay que tenerlo muy presente.
_Digo esto porque hay veces en las que esto se olvida, y se ven películas en las que a costa de la vida se hace cine, en las que se considera al cine más importante que la vida. Y no es así.
_Para mí hay unos límites en los que incluso la maestría cinematográfica es despreciable, incluso repugnante, cuando está al servicio de intereses racistas ("El nacimiento de una nación") o fascistas ("Triunfo de la voluntad"). Sus valores cinematográficos atentan y mucho contra la vitalidad, erigiéndose en ejemplos tristemente célebres y representativos de auténtico "arte degenerado", y entiéndase que le cambio el sentido a la condena hitleriana sobre el arte vanguardista.
_Al cine hay que pedirle audacia pero también modestia respecto a la vida. El cine no es la vida sino una de sus manifestaciones. El cine puede expresar o influir en la vida, pero no es toda la vida ni tiene derecho alguno en creerse el sentido de la vida o superior a ella. Hay películas y cineastas que parecen creerse con derecho a rebajar la vida con tal de edificar un lamentable monumento a su propia pequeñez, o a la magnitud de sus egos vanidosos. En realidad quizá se pueda llamar cine o arte a estas cosas con muchas muchas reservas, pero Poesía de la Vida nunca.
_La Poesía de la Vida es la expresión de la belleza y dureza de la vida, y la lucha contra las injusticias y estupideces humanas, una fusión y entrega amorosa o un combate a muerte contra la confusión y la maldad, pero no un patético y ridículo museo a la insignificancia narcisista o cínica.
_La vida y el cine, en este orden.
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