el cine y la televisión
_El cine nació en 1895 y la televisión hacia 1929 empezaba a emitir, aunque al principio sin sonido y al empezar los 30 ya con sonido aunque aún blanco y negro. Hacia 1928 el cine empezó a hablar, sonar, cantar, se hizo sonoro; hacia 1936 empezó a contar con el color (aunque hubo tentativas anteriores, incluso el pintado a mano, fotograma a fotograma) mientras que la televisión en color llegó hacia los años 50 en EE. UU. con el sistema NTSC, luego mejorado en Europa con el Pal Secam. El cine fue durante décadas el entretenimiento de la población, pero con el auge de la televisión, que se fue propagando entre los 40 y los 50, las taquillas bajaron, la gente se fue quedando cómodamente en casa, sin tener que salir para distraerse. En ese momento el cine creyó que la televisión era un rival, y empezó a inventarse formatos panorámicos, películas más anchas, sistemas de sonido, el cine en tres dimensiones, el odorama... o el cine descomunal, faraónico, pero en realidad la televisión ni ganó la batalla ni el cine la perdió porque cada medio tiene su fuerza y su público fiel, que incluso en realidad no existe porque la mayoría somos espectadores tanto de televisión como del cine, cuando no del cine en la televisión...
_En 1953 los grandes estudios ya llegaron a acuerdos para la difusión televisiva de su gran catálogo de títulos, y para crear producciones destinadas a la pequeña pantalla. Entre 1955 y 1965 el maestro del suspense, y del cine, Alfred Hitchcock presentó más de 350 episodios de sus programas de episodios Alfred Hitchcock presenta y La hora de Alfred Hitchcock, y aunque él personalmente sólo rodó algunos, su presentación garantizaba el éxito del formato, e incluso Hitchcock experimentó en estos episodios para su posterior obra maestra del cine Psicosis (1960).
_Por otra parte es importante señalar que bastantes directores de cine dieron sus primeros pasos en la televisión, que por ejemplo Steven Spielberg se dio a conocer con el telefilm, luego proyectado en el cine, El diablo sobre ruedas (1971), o que Sidney Lumet también inició su carrera en la pequeña pantalla. También, además de Hitchcock, abundan los directores de cine que se han sentido atraídos por la televisión, como Rossellini y sus semblanzas históricas, Rainer Werner Fassbinder con la adaptación de Berlin Alexanderplatz, David Lynch y la misteriosa serie Twin Peaks, en la que desempeñó labores compartidas de producción, guionista y dirigió algunos capítulos, o el danés Lars Von Trier con la inquietante y espeluznante The Kingdom, en la que ensayó formas de trabajo que luego explotaría al máximo en Rompiendo las olas. La televisión permite cierta experimentación, en cierto modo es un modo más flexible en algunas ocasiones, y ha sido la cuna de muchos directores. En España, por ejemplo, destaca la directora Pilar Miró, por poner un ejemplo significativo, que además llegó a dirigir la televisión y el cine español.
_En cualquier caso, el cine y la televisión hoy en día son un matrimonio de conveniencia, pues la televisión forma parte de la financiación de muchas películas, asegurándose después el estreno en los canales de pago por visión o en los demás, y las millonarias audiencias que el cine proporciona a la televisión.
_El cine y la televisión, afortunadamente han hecho las paces, y nosotros, los espectadores actuales tenemos la posibilidad de ver más cine que nunca, paradójicamente, gracias a la televisión.
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notas
-En formato dvd se pueden volver a ver o descubrir los episodios rodados por Alfred Hitchock para la televisión, entre ellos el desasosegante Angustia interpretado por Joseph Cotten.
-Es interesante el libro El surgimiento del telefilm, por José Luis Castro de Paz (Paidós, 1999) en el que se abordan con detalle los seriales televisivos de Alfred Hitchcock.
_Si después de ver algunos episodios televisivos rodados por Hitchcock nos adentramos en su obra maestra Psicosis (1960) veremos que el propio maestro del suspense, y del cine, también sacó provecho de su trabajo televisivo.
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