_Nacida el 16 de julio de 1907 en Brooklyn (Nueva York) con el nombre de Ruby Stevens, perdió a sus padres con sólo cuatro años. Más adelante, hizo de empaquetadora, telefonista y figurante en un espectáculo de revista. Su primer éxito en la gran pantalla llegó en 1930 de la mano de Frank Capra, quien la dirigió en Mujeres ligeras. Otros tres filmes del mismo director (The miracle woman, 1931; Amor prohibido, 1931, y La amargura del general Yen, 1932) la convirtieron en una de las grandes estrellas de Hollywood. Para entonces ya se había cambiado el nombre por el de Barbara Stanwyck.
_Su época dorada discurrió entre 1935 y 1957. A lo largo de once años fue candidata al oscar en cuatro ocasiones: en 1937 por Stella Dallas, de King Vidor; en 1941 por su papel de descarada novia de un gánster en la comedia negra Bola de fuego, de Howard Hawks; en 1944 por el que probablemente sea al mismo tiempo su personaje más importante y el más inmoral, el de la rubia, cruel y fría instigadora al asesinato en el clásico del cine negro Perdición, de Billy Wilder, y finalmente en 1948 por la intrigante millonaria postrada en cama de Voces de muerte, dirigida por Anatole Litvak.
_Sin embargo no se haría con el galardón hasta 1982, año en que lo recibió en reconocimiento a toda su trayectoría. Por aquel entonces la actriz ya había cambiado el cine por la televisión y había alcanzado enorme éxito con uno de sus personajes más paradigmáticos, el de terrateniente y propietaria de ganado de la serie The big valley (1965-69).
_Stanwyck resultó perfecta para el western -es el caso de Cuarenta rifles (1957), de Samuel Fuller-, el cine negro y la comedia negra gracias a una mezcla de "terciopelo y acero" (Anne Baxter) que nadie pudo superar. En una ocasión dijo: "¿No es una lástima que hoy en día las mujeres tengamos que llevar una polvera en el bolso cuando un revólver sería mucho más práctico?". En Clash by night (1952) de Fritz Lang, pronunciaba esta frase: "El hogar es a donde vamos cuando ya no nos quedan más sitios a los que ir".
_Barbara Stanwyck falleció en 1990 en su pequeña casa de Santa Mónica.
:
Cine de los 40, Jürgen Müller (Taschen, 2005)
:::
