_Nacido en 1957, el finlandés autodidacta Aki Kaurismaki rueda desde hace décadas emociones casi de contrabando, con un estilo sencillo, lacónico, pues considera que en el mundo hay "demasiado movimiento, demasiadas palabras" en películas breves y maravillosas como Ariel (1988), La chica de la fábrica de cerillas (1989), Contraté un asesino a sueldo (1990), Agárrate el pañuelo, Tatiana (1994), o Nubes pasajeras (1996), en las que se expresa con honestidad, lejos de efectismos, con la pureza de una de las miradas más bellas y amorosas de nuestros días.
_Con sus películas la mayor queja es por qué duran tan poco (llegó a estrenar como largo un mediometraje de menos de una hora) pues su cine se mira, se admira, se vive, se siente el deseo de...¡que no termine la película! y seguir paladeando su esencia.
_Aki Kaurismaki es uno de los mejores directores de las últimas décadas, heredero de una larguísima tradición que se remonta incluso al mejor cine mudo, y sin embargo no es lo suficientemente conocido, aunque Un hombre sin pasado (2002) fue premiado en Cannes y candidata al oscar a mejor película extranjera, pero su cine está más allá de estas pequeñas cosas, y de alguna manera parece que las películas de Kaurismaki siempre han estado aquí.
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http://www.imdb.com/name/nm0442454/
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