_Al principio fue una parada de autobús. Fellini encontró allí a un hombre ensimismado que esperaba una línea que normalmente circulaba por otro sitio. Fellini iba a explicárselo, pero luego llegó un autobús de aquella línea y se detuvo a sus pies. Fellini quedó profundamente impresionado y convencido de que había topado con alguien que podía hacer cosas mágicas. Así más o menos -a veces situaba la parada en Via Po de Roma; a veces, a las puertas de Cinecittà- describía Fellini el inicio de su amistad con el compositor Nino Rota poco después de la segunda guerra mundial. De la relación de esos dos hombres geniales surgieron instantes de cine realmente mágicos. La triste canción de Gelsomina en La strada (1954) o la marcha circense de Fellini ocho y medio (1962): un crítico escribió que, en el caso de Rota, la música se convertía en un personaje.
_Nino Rota Rinaldi nació en 1911 en el seno de una familia de músicos de Milán. Muy pronto se le consideró un niño prodigio y recibió formación musical clásica en conservatorios de Italia y EE.UU.. Componía obras para orquesta y coros, y escribió sus primeras bandas sonoras a principios de los años cuarenta. Después de su trabajo en Sin piedad (1948) de Alberto Lattuada, empezó a oírse lo que caracterizaría el sonido de Rota: hacía suyas melodías ya existentes, las transformaba, a veces, también las citaba. Posteriormente recibiría un oscar por la música de El padrino, parte II (1974) de Francis Ford Coppola, que se basa en una composición escrita por el propio autor para la película Fortunella (1957) de Eduardo de Filippo.
_Rota compuso docenas de canciones pegadizas; su música oscila entre la emoción y la ironía, pasa de repente de la melancolía a una canción animada, deja de ser estridente y se convierte en un fondo recatado. El músico trabajó con grandes directores, como Luchino Visconti, King Vidor y René Clément. Pero realmente legendario fue su trabajo en equipo con Fellini, para el que compuso la música de todas sus películas desde El jeque blanco (1952). Los dos se sentaban juntos al piano; Rota creaba, improvisaba; Fellini comentaba, y cada vez surgía un momento musical mágico del cine. La última ocasión fue para Ensayo de orquesta (1978).
_Nino Rota murió en 1974 en Roma. Fue uno de los compositores de bandas sonoras más importantes del siglo XX.
Cine de los 50, Jürgen Müller (Taschen, 2005)
añadir que...
Alguien dijo que la música de Amarcord, de Nino Rota, es la música que se escucha en el cielo...
No estaría mal un cielo así, en cualquier caso la historia del cine es impensable sin la contribución de este mago de la melodía, que nos ha legado para la posteridad momentos inolvidables.
http://www.imdb.com/name/nm0000065/
:::