_Jannings interpretó a Mefistófeles en el Fausto (1925-1926) de Murnau como el jovial seductor que incita al mal, como demonio que se divierte con la hipocresía y el engaño. Constituyó un papel de lucimiento para el excelente actor Emil Jannings (1884-1950), que fue la estrella más destacada del cine alemán de las décadas de 1920 y 1930. Ya de joven, Jannings sintió inclinación por el teatro. Tras pasar por compañías provinciales e itinerantes llegó a Berlín, donde se unió de forma parcial al grupo de Max Reinhardt y durante la guerra finalmente debutó como actor cinematográfico.
_Hizo su irrupción en el mundo del cine con el papel de Luis XV en la película Madame Dubarry (1919) de Ernst Lubitsch. Después de esta interpretación el robusto actor siempre recibiría propuestas para dar vida a tiranos depravados y crueles, un tipo que a veces encarnaba de forma paródica. Sin embargo, su interpretación más célebre es la que hizo del degradado portero de hotel en El último (1924) de Murnau. La película llamó la atención de Hollywood sobre el artista. Y tras brillar a las órdenes de Murnau en Tartufo (Tartüff, 1925) y en Fausto, y bajo la dirección de E.A. Dupont en el drama circense Varieté (1925), en 1926 se marchó a EE.UU. donde llevó como bagaje sus anteriores éxitos.
_Las películas El destino de la carne (The way of all flesh, 1927) de Victor Fleming y La última orden (The last command, 1927-1928) de Josef von Sternberg mostraron a un Jannings renovado en el papel del hombre humillado, que se hunde. Por estas dos obras obtuvo el oscar al mejor actor en el primer certamen de los premios de la Academia de Hollywood. Con la irrupción del sonido, la carrera de Jannings en Hollywood tocó fondo. Regresó a Alemania y resucitó su popularidad con su profesor Unrat en El ángel azul (Der blaue engel, 1930) de Von Sternberg, película en la que es sobre todo reconocida la actuación de Marlene Dietrich. Tras la toma de poder de los nacionalsocialistas, Jannings se puso al servicio del régimen de Hitler de una manera solícita. Completamente en la línea de la ideología fascista encarnó sobre todo figuras autoritarias y también colaboró de forma decisiva como productor en diversas películas "valiosas para la política del Estado".
-Cine de los 20 e inicios de la cinematografía, Jürgen Müller (Taschen, 2007)
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algo más
Patético que abrazara la causa nazi, aunque su interpretación en el El último eleva el cine a la categoría de arte.
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