20/2/08

directores para la historia: ROBERTO ROSSELLINI

_Fue un maestro y un modelo a seguir, creador de estilo e innovador. El director no quería lograr simplemente imágenes bonitas, siempre trató de captar la realidad. Según Rossellini, había que mostrar las cosas en su realidad, tal como son. Es decir, en su entorno, tanto en los momentos importantes como en los banales. Él se consideraba un observador, un mediador. Sus películas lo certifican. Son viajes de descubrimiento a través de un tiempo ya pasado; no son simples documentos. En ellas se percibe el enfoque humanista del director, su deferencia y franqueza frente al mundo situado ante la cámara.
_Roberto Rossellini, nacido en Roma en 1906, se crió en una familia dedicada al cine. Su padre trabajaba de escenógrafo y, más tarde, su hermano compuso bandas sonoras y una hermana escribió guiones. Él mismo empezó como técnico de sonido; luego hizo de montador y de guionista. Rodó sus primeras películas, La nave bianca (1941-42) y Un pilota ritorna (1942), todavía bajo el signo de la propaganda nazi, pero antes de acabar la guerra ya filmó a escondidas en las calles para retener la vida cotidiana en Roma durante la ocupación alemana. Roma, ciudad abierta (1945) le reportó fama internacional y le convirtió en uno de los protagonistas más importantes del neorrealismo italiano. En Paisà (1946) y Alemania año cero (1946) también se reflejan la guerra y sus consecuencias directas. Posteriormente, el director intentó redefinir el estilo neorrealista: para disgusto de la crítica y del público de su época. Strómboli (1949), Europa 51 (1952) y Te querré siempre (1953) fueron un fracaso, a pesar de que luego se reconociera su calidad artística. Después, Rossellini rodó principalmente películas históricas para televisión. El cineasta murió en Roma en 1977.
_Rossellini siempre estuvo en el foco de la prensa amarilla por sus numerosas relaciones amorosas y matrimonios. Vivió, por ejemplo, con Anna Magnani y estuvo casado con Ingrid Bergman. Con ella tuvo una hija, Isabella Rossellini, que luego sería modelo y actriz (Terciopelo azul, 1985).
-Cine de los 50, Jürgen Müller (taschen, 2005)
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añadir que...
De un maestro como Rossellini se podrían decir muchas cosas... Strómboli, Europa 51 y Te querré siempre son películas maravillosas, incomprendidas en su día, pero dotadas de una vitalidad y maestría admirables.
Sin duda, uno de los grandes del cine de todos los tiempos.
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