_Considerada una de las bellezas más arrebatadoras del cine hollywoodiense de los años cuarenta, era la elección ideal para interpretar el personaje titular de Laura (1944).
_ Gene Tierney, una morena de pómulos marcados y sonrisa deslumbrante, nació en 1920 en el seno de una acomodada familia neoyorquina en Brooklyn. Su padre no se limitó a enviarla a las mejores escuelas; también la animó a seguir su vocación de actriz de teatro. Así, a los diecinueve años Tierney debutó en Broadway, donde llamó la atención de Darryl F. Zanuck, quien la fichó para la Fox y lanzó su carrera. En poco tiempo se convirtió en una estrella. Películas como La venganza de Frank James (1940) de Fritz Lang; La ruta del tabaco (1940-41), de John Ford; El embrujo de Shanghai (1941) de Joseg von Sternberg, o El cielo puede esperar (1943) de Ernst Lubitsch, le brindaron la oportunidad de trabajar a las órdenes de algunos de los mejores directores del momento.
_Aparte de Laura, posiblemente su personaje más destacado sea el que interpretó en la romántica historia de espíritus El fantasma y la señora Muir (1947), de Joseph L. Mankiewicz, en la que encarnaba a una viuda solitaria que se enamoraba del espíritu de un marinero (Rex Harrison). A pesar de que su espectacular físico la predestinaba a asumir únicamente papeles de heroína, también triunfó en la piel de personajes malvados. Es el caso de Que el cielo la juzgue (1945), el largometraje de John M. Stahl en el que Tierney era una de las femmes fatales más siniestras del cine negro. La carrera de la actriz se vio afectada por duros reveses del destino que sufrió. A mediados de los años cincuenta, las depresiones le obligaron a seguir tratamiento psiquiátrico. Aunque volvió a ponerse ante las cámaras en 1962, rodó muy pocas películas. Gene Tierney falleció en 1991 en Houston (Texas).
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Cine de los 40, Jürgen Müller (taschen, 2005)
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