_Durante los últimos meses he estado leyendo y releyendo Diario de cine, Jonas Mekas (Fundamentos, 1975). Se trata de una recopilación de los escritos publicados en un periódico neoyorquino entre finales de los 50 y principios de los 70. En 1972 salió la primera edición.
_Lo más impresionante de estos escritos es, además de la pasión por el cine y el crecimiento del ser humano, la amplitud de miras de Jonas Mekas, que admiraba al maestro Dreyer, a Ford, a Hawks, a Renoir, y también el cine porno de Hoboken, alabó (incluso pagándolo con detenciones policiales) el nuevo cine americano de películas como Flaming creatures de Jack Smith o la obra innovadora como pocas de Stan Brakhage. Su posición significativa como miembro de aquella generación renovadora del cine americano desvela de primera mano entresijos del underground de entonces, y su amplio conocimiento del cine y amor a la vida tejen una obra en la que pueden hallarse reflexiones de San Juan de la Cruz o Santa Teresa, pues Jonas Mekas en cierto modo fue un ángel del nuevo cine.
_Son más de 500 páginas llenas de lucidez, comentarios reveladores, nuevas ventanas para el espíritu, conceptos y manifestaciones más amplias del cine como las del cine expandido, y una fusión maravillosa entre una notable admiración por los viejos maestros y una igualmente notable admiración por la vanguardia de su época.
_El libro incluye un índice de títulos citados (y autores) que resulta impagable a modo de guía orientativa de lo más significativo de una de las décadas más apasionantes de la historia del cine.
_Lleno de entusiasmo y de bondad, sin dudarlo, sería uno de los diez libros de cine que me llevaría a una isla desierta.
_En la actualidad Jonas Mekas tiene su propia web http://www.jonasmekas.com/ y su obra, muy personal, ha dado lugar a clásicos del film-ensayo como "Reminiscencias de un viaje a Lituania".
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