La experiencia de ver películas en la pantalla del televisor no es mala en sí misma, a pesar de las numerosas distracciones de la vida moderna. De hecho, resulta mucho más fácil sumergirse en una película cuando uno está solo, cosa que explica el surgimiento de la llamada "cuarta pantalla", que auna los mundos otrora escindidos del cine, la televisión y los ordenadores personales, y está suponiendo una auténtica revolución dentro de la industria del espectáculo. Gracias al descenso de precios de los televisores de alta definición, dotados con tecnología punta en sonido envolvente, la calidad y nitidez de las pantallas caseras es excelente y el sonido suele ser incluso mejor que en el cine, pues no se ve aderezado por el molesto crujir de las palomitas, los sorbos de refrescos, las cotorras que no cierran el pico y los teléfonos móviles.
_Andrew Bailey en Cinema now (Taschen, 2007)
.
_Cada vez vemos más cine, pero no en el cine. Pero, ¿qué motivos hay para esto?. Suele decirse que el elevado precio de la entrada (pelín exagerado), que la competencia televisiva, la oferta en dvd, tanto en alguiler como en venta, y sobre todo el considerado gran ogro del cine, el bendito internet, al que se acusa de pirateo indiscriminado y todo eso.
_En internet hay una posibilidad enorme de ver cine sin desembolso alguno, esto es cierto, lo que conviene aclarar es que internet aún es la única posibilidad de ver ciertas cosas que no son accesibles ni pagando. Y también añadir que internet, con sus contenidos gratuitos, públicos o en las redes de persona a persona, en realidad más que robar al cine lo que hace es difundir el cine, a quien perjudica en cualquier caso es a la industria del cine, no olvidemos que en manos normalmente de poderosas compañías que no siempre usan tácticas honestas (recordar los paquetes de películas por estrenar el éxito de la temporada, así sin entrar en todo lo que se podría). Hay quien dice que incluso los contenidos gratuitos acaban beneficiando económicamente a la industria del cine al crear una afición cinéfila que de otra manera no se habría producido, porque realmente el aficionado al cine, en cuanto tiene posibilidad de comprar la película, suele comprarla, atesorarla, suele hacerse coleccionista, puede que la viera gratis pero no la comprará gratis sino a muy buen precio.
_Sin embargo, hay algo que no suele comentarse sobre el descenso de público en la sala, y durante años he oído en círculos cinéfilos la misma queja, incluso una vez vi un corto muy apropiado... Ir al cine supone, hoy en día, una aventura con el resto de la sala, con la gente que va al cine a estar fresquito o calentito (según la época), por compromiso (y se nota) con la pareja, amigos, con quienes han ido a hacer tiempo, y con quienes además de todo esto, no saben comportarse en un cine, que cada vez son más habituales los cotilleos durante la película, las llamaditas y mensajitos por el móvil (y eso que lo dicen muy claro, móvil apagado), y quien aprovecha para dormirse un rato (hay que rezar para que no ronque, que también puede suceder, a mí me ha ocurrido, y al lado) y todas estas cosas.
_Pero la culpa de que en el cine no haya un mínimo silencio y respeto ante el momento de la proyección en realidad lo han ido fomentando las propias salas con la venta de palomitas, que supone una gran parte de la recaudación de las salas. Claro, las palomitas son baratas y las venden caras y saladas, así además compras cara el agua o el refresco. Es una maravilla, y encima no tienes derecho a quejarte porque está en su derecho, cuando alguien al lado, delante o detrás se compra un cubo de esos que duran como media película o más, y la película en vez de ser de acción y mucho ruido es sosegada, sin música apenas o basada sobre todo en los matices del sonido. Una maravilla esa mezcla de crujido de palomitas, el ruido de los hielos del refresco, la pajita enmedio de una tierna declaración de amor, un anticlimax total.
_Por todos estos motivos hay gente muy aficionada al cine que ha desertado de los cines, se esperan a ver las pelis cuando salgan en dvd, o en las taquillas de los canales de pago, o por internet o procuran ir esos días entre semana en los que los cines están más desiertos casi que el desierto, y sólo si la película les atrae mucho.
_Antes ir al cine era una fiesta, ahora, al precio que va y sin alguien que llame al orden a quienes no se comportan en el cine, es más bien una aventura que no siempre sale bien. Y te vas del cine sintiéndote estafado porque has pagado por ver una película y en realidad has visto lo que has podido, has escuchado lo que te han dejado. Y es molesto estar llamando la atención a nadie, aún es molestar más la proyección. Uno va al cine, no a llamar al orden a gente maleducada (cada vez hay más) por lo que al final, lo que era un hábito de ir al cine, incluso si la película no era del todo atractiva, se va quedando en sólo ir al cine si la película llama mucho muchísimo.
_Las propias salas han provocado que la gente busque el cine en lugares distintos, y no sólo por el precio. Recuerdo, y no soy tan mayor, la época en la que en el cine había un respeto por la proyección, en gran parte perdido, y aunque la butaca no fuera tan cómoda ni tuviera un lugar para el refresco, se disfrutaba más del cine.
_Sí, cada vez vemos más cine y vamos menos al cine, es normal, el cine no es el mejor lugar tal y como funciona hoy en día para ver cine porque no hay un sentimiento común en la sala, cada cual va a lo suyo y si molesta al del lado, pues molesta y punto. Y la sala te vende la entrada y punto pelota, no se dedica a expulsar del cine a quien no se comporta, ni llamar al orden. Muchos que íbamos al cine ya no vamos casi por este motivo, porque pagamos una entrada cara para ver en buenas condiciones una película, y esto por lo visto no va incluído en la entrada. Un cine no es un bar, ni la peluquería de la esquina, que yo sepa... pero si en las salas prefieren que el cine sea un sitio para comer palomitas, tomar refrescos y cotillear toda la película mientras se juega con el móvil, ¿de qué se quejan que cada vez va menos gente?. Echan a patadas a los buenos aficionados al cine, incluso a las personas educadas que van al cine, y te cobran una entrada que es de cuidado.
_El cine en el cine no desaparecerá pero la cultura de ir al cine, el alegre hábito del ir al cine, se ha ido vulgarizando de tal manera que ir a un cine a ver una gran película es el riesgo de vulgarizarla con una proyección irrespetuosa.
_Yo, no me importa nada decirlo, voy muy poco al cine, poquísimo, sea pagando o sea gratis (que hay proyecciones gratuitas en ciertos lugares) y es por estos motivos, porque como decían en el corto mencionado... "si no les gusta el cine, ¿para qué van?". En el corto, el cinéfilo, harto de que le reventaran películas, se va un día al cine, se coloca una máscara antigas y abre una maleta que suelta un gas... No hay que llegar a tanto, pero creo que bastantes compartimos esa rabia, esa sensación de indefensión y de estafa, de que haya tanta bajeza humana en un lugar destinado a cosas mucho más grandes.
_Ah, por cierto, las compañías productoras ya difunden gratuitamente o por poco dinero películas enteras, legalmente, en internet. Y es que internet no es el enemigo del cine, seguramente es el futuro del cine junto con la tecnología digital. Pero todos añoraremos ese ir al cine a disfrutar del cine, antes de que la gente prefiriera ir al cine a hacerle caso al móvil, incluso a hablar por teléfono en el cine...
_