9/8/08

en el futuro aún será mejor para el cine

_El clásico fotograma que aún hoy simboliza tantas veces el cine parece que lentamente va a ser descartado en favor de la rápida y más barata tecnología digital. La revolución digital, más allá del entrañable celuloide, en realidad tiene ventajas evidentes que al menos van a permitir que cada vez más gente, con menos dinero y medios materiales en general, pueda rodar cine, no el cine de millonarios presupuestos o rutilantes estrellas consagradas (más allá de que con esos ingredientes tanto puede salir una película memorable como intragable) pero cine libre y con una calidad de imagen y posibilidades de montaje y manipulación de la imagen que ya hubieran querido Meliés, Chomón, Val del Omar... y todos los directores que en el mundo han sido, excepto los enamorados del celuloide.
_El cine poco a poco ya se va rodando en digital (muchas de las etapas de posproducción ya se realizan en digital) y finalmente se están dando los primeros pasos en la proyección digital, sin los clásicos rollos de película. La industria del cine es partidaria del cine digital por varios motivos, entre los que priman el considerable ahorro respecto al celuloide (ya caro de por sí), que hay que revelar, tirar copias, almacenar, transportar... y de tiempo, pues el montaje en digital es mucho más costoso, laborioso y lento.
_Es imparable, y aunque parece optimista creer que el digital llevará una oferta más amplia, variada y de calidad a los cines dadas las grandes corporaciones, sobre todo americanas, que manejan la mayor parte del pastel cinematográfico, sí es evidente que al reducirse los costes se podrán emprender proyectos independientes de estas grandes corporaciones sin necesitar de tantos medios económicos. Se podrán hacer más películas con menos dinero, y el talento ya es cuestión de quien lo tenga y lo sepa encarrilar en una película.
_Sin pensar que el digital va a ser la utopía de un cine maravilloso, lúcido, responsable, humano y vitalista, creo que en los márgenes del habitual cine comercial en el peor sentido de la palabra van a aparecer cada vez más cineastas que podrán crear sus obras con mayores posibilidades que nunca. La posibilidad de llegar a audiencias medianas o grandes ya será más complicado, claro, pero se va a poder crear cada vez más cine con menos medios materiales y sin necesitar tanto dinero. Y esto favorece que incluso un cineasta o un pequeño grupo podrá aventurarse en el rodaje de una película, y luego de otra, igual que hoy en día cualquiera no teme experimentar con una cámara de fotos digital al no haber carrete ni tener que esperar al proceso de revelado para ver el resultado.
_El cine digital agiliza y democratiza el cine como ningún avance técnico hasta ahora, por lo que va a ser la mayor revolución de la historia del cine tras el logro técnico de sincronizar la imagen y el sonido.
_El cine, en realidad quizá en un plazo aún mayor no sólo se digitalice en el rodaje y exhibición sino que la exhibición se transforme y se desvíe hacia maneras más privadas de disfrutar del cine, como los canales temáticos de cine, las posibilidades de ver la película por ordenador, el móvil... Para mí, en estos momentos no está claro que el cine exhibido en una sala vaya a ser lo mayoritario en unas décadas pues quizá la mayoría de la gente no quiera ir a un local sino recibir y disfrutar de una película donde se encuentre, en su casa, de vacaciones, incluso viajando en tren o en avión si la tecnología permite vía internet recibir los archivos de una película en un portátil o en un móvil, cosa que es posible.
_Puede que la exhibición vaya siendo cada vez más minoritaria y la industria del cine se diversifique en la explotación (y ya se van viendo estas cosas) de las enormes posibilidades de internet.
_Será habitual alquilar una película por internet, recibirla en el ordenador o en el móvil y disfrutarla sobre todo en privado, aunque con los actuales sistemas de cine en casa, incluso en un comedor con un ordenador conectado a una gran pantalla un grupo de amigos pueden ver una película con total comodidad.
_El cine, por supuesto, va a seguir, pero igual que con la aparición de la televisión la mayoría de la gente eligió quedarse en casa, muchas veces viendo cine por la tele, en vez de ir al cine, es probable que en el futuro la gente prefiera quedarse en casa y ver la película en su casa que ir al cine, lo que implica siempre emplear más tiempo y cierto afán de aventura, pues ir al cine es una experiencia (buena o mala depende del resto del público, claro) y en la sociedad actual, cada vez más individualista y con la agenda apretada, si hay que elegir entre ir al cine o ver cine, ganará lo segundo.
_En realidad ya somos una generación privilegiada en lo que al cine se refiere en el sentido de que tenemos a nuestra disposición mucho más cine del que una persona con afición y dinero para desplazarse por el mundo tenía hace 20 o 30 años. Podemos ver más cine que nunca gracias a los sistemas de vídeo y DVD, y gracias a internet.
_Claro que la mayor parte del cine, como de cualquier manifestación artística y por extensión humana, no es precisamante memorable, pero tenemos cada vez más acceso a las maravillas que el cine ha creado en sus más de cien años de historia y a las que siguen llegando y llegarán. Cada vez más posibilidades y cada vez con más sencillez, rapidez y comodidad.
_Ir a la sala de cine ya no es lo que era, ha bajado el respeto hacia la proyección, pero el arte del cine nunca ha contado con tantas posibilidades de ser conocido y disfrutado. Desde sus tumbas, cineastas que dejaron su sangre en cada fotograma de celuloide sonríen ante la revalorización de sus obras, que en vez de caer en el olvido son reeditadas, subidas a la red, descargadas, vistas al fin por personas que dan un sentido al trabajo de estos cineastas. Porque una película es como una botella lanzada al mar que espera llegar a un buen puerto, donde sea acogida y apreciada. Y esto nunca ha ocurrido tanto como hoy en día, pero en el futuro aún será mejor.
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