19/8/08

Vampir Cuadecuc, de Pere Portabella

La semana pasada se ha producido el estreno en España, 38 años después de su filmación, de una obra maestra del cine experimental, independiente, vanguardista... reconocida internacionalmente (MoMA, Cannes, por Amos Vogel...) realizada en España en los dolorosos tiempos de la dictadura.
_Se trata de "Vampir Cuadecuc" (1970), la filmación que a raíz de la película de Jess Franco (interpretada por Christopher Lee y Soledad Miranda) "El conde Drácula", realizó Pere Portabella, en blanco y negro, con negativo de sonido, película de 16 mm y una banda sonora tensa por Carlos Santos. Audaz, increíblemente sugestiva, y no meramente vampírica, se alza como un monumento cinematográfico, metacinematográfico, de análisis crítico y poético de la propia representación e industria del cine, rodada con unos medios tan escasos que deberían enrojecer a más de uno sobre lo que de verdad hace falta para hacer una buena película. Para hacer una buena película no hace falta sino tener una mirada propia, pero tener una mirada propia es algo que no tiene todo el mundo. Una cámara se puede conseguir, y todos los medios del mundo se pueden conseguir, y presupuestos millonarios, pero sin una mirada propia, como la de Portabella, no hay buena película que valga. Y "Vampir Cuadecuc" es una mirada propia, auténtica, arrebatadora...
_Si no tienen la fortuna de vivir en una de las ciudades en las que se estrena, no se inquieten, alguien ha compartido esta experiencia cinematográfica, que en mi opinión supera y mucho el raro honor de ser un precedente del "making off" en youtube. No se inquieten por esto, la película ya les inquietará bastante...
_Verdaderamente fascinante, como es natural fue prohibida en la España de la época y se estrenó en el MoMA de Nueva York, sin que el autor pudiera siquiera asistir al estreno. He aquí el texto que envió Portabella para el estreno.
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Presentación Vampir en MoMA (1972). -Texto de Pere Portabella -.
El hecho de que yo no esté hoy entre vds., muy en contra de mi voluntad me obliga a escribir estas líneas de presentación de mi filme.
Vampir es un esfuerzo de reflexión sobre el lenguaje cinematográfico. Es quizás, también, un intento de desentrañar lo fantástico reducido al género de terror; una travesía a través del género cinematográfico, un discurso sobre un discurso, un filme-vampiro pues ha sido realizado durante el rodaje de la producción El Conde Drácula dirigida por Jess Franco. Pero fundamentalmente lo que deseo señalar es que Vampir es uno de los primeros filmes marginados hechos en mi país. Advirtiendo que la marginación, en nuestro caso, no es el resultado de una opción voluntaria, sino forzada por nuestro contexto político, social y cultural. Es la única respuesta posible, la única salida para un cine independiente en España, que empieza por la renuncia definitiva a la “protección” del Estado y a la tutela de las grandes distribuidoras, de la censura y del control oficial e industrial y a la necesidad de arraigo con nuestra realidad concreta, con una política de producción ideológicamente coherente con nuestras necesidades; rechazando de plano las vías de la Administración, que en el mejor de los casos no son otra cosa que una manifestación más del aparato de poder.
Con unos medios de financiación reducidísimos, pero propios y métodos de trabajo desligados del sistema que deben transformar el concepto tradicional de producción-calidad-artística, en un proceso de mutación ideológica de la práctica cinematográfica (del medio). Único camino o alternativa que nos permite asumir la búsqueda de un lenguaje, específicamente cinematográfico, que corresponda a una visión consciente y profunda de la realidad española. Hecho desde dentro, desde su propia raíz y por lo tanto vinculado a la misma vanguardia revolucionaria que no exime al realizador de su compromiso (histórico) en la acción cotidiana. Desenmascarando la noción de vanguardia (política y artística) que descarta a las masas y se construye “fuera” de su lucha misma. Esta actitud activa se desenvuelve y sólo es posible fuera de los límites de la legalidad de un sistema que ni tan siquiera se muestra capacitado para mantener abierto un mínimo proceso de integración o asimilación pseudodemocrático o simplemente crítico, a la vez que, como resultado de su impotencia para ofrecer una salida o solución en si mismo, toma la iniciativa de la regresión política en que se ve comprometido actualmente. Asumiendo por lo tanto las consecuencias de marginarse en un país donde no existen las mínimas libertades. Donde reunirse más de 19 personas sin previo permiso gubernativo es un delito de reunión ilegal. Donde la huelga puede ser un delito de sedición militar. Donde la censura se ejerce impunemente sin ningún respeto a la personalidad. Donde no ha sido posible celebrar un homenaje legal a Picasso y en cambio, si ha sido posible el encarcelamiento de un crítico de arte y de varios estudiantes, por el hecho de presidir un acto dedicado al pintor español en la Universidad de Madrid. En este terreno estrictamente cultural, seria interminable la lista de libros secuestrados, revistas retiradas, editoriales paralizadas, obras de teatro y películas prohibidas, profesores expulsados de las universidades, estudiantes e intelectuales detenidos.
Sobre el movimiento obrero la represión es todavía mucho más dura. Mientras el régimen actual intenta con su política exterior una cierta apertura (para ser admitido en el Mercado Común Europeo) y fortalecer así su economía, en el plano interior, el inmovilismo y el temor a las expresiones concretas del movimiento democrático, cada vez más fuertes, llevan al sistema a acentuar todavía más sus contradicciones en todos los terrenos.
Si tienen Uds. en cuenta ese contexto, el hecho de la denegación reiterada de pasaporte que recae sobre mi y tantos otros compañeros dedicados a trabajos intelectuales, y que explica mi ausencia de hoy en Nueva York, y la represión sobre el medio de comunicación que hacen posible que Vampir carezca de existencia legal en mi país, no deben ser interpretados nunca como hechos aislados, ya que expresan mejor la realidad española que todas las representaciones oficiales de España en los festivales internacionales, al margen del interés que pueda merecerles el filme.
Aquí está pues Vampir, no a pesar de todo, sino como resultado de todo.
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Después de la proyección de la película se pidió al público que firmara un escrito que decía:
Acabamos de ver la película española Vampir de Pedro Portabella.Estamos consternados y preocupados por el hecho de que un artista de tanto interés y con tanto talento se le denegara el pasaporte tras haber sido invitado por el departamento de cine del Museo de Arte Moderno con el propósito de presentar su película.
Nuestras firmas manifiestan nuestra confianza y esperanza en que no se vuelva a repetir el lamentable accidente…
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http://www.pereportabella.com/fla/vampir/home_esp.html
http://www.adn.es/cultura/cartelera/20080811/NWS-0008-vampir-cuadecuc-cine-estreno-portabella.html
http://www.imdb.com/title/tt0066517/
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