23/12/07

directores para la historia: MURNAU

Procedente de una familia adinerada, Friedrich Wilheim Murnau (1888-1931) cursó en primer lugar estudios de literatura e historia del arte. Cuando el célebre director de teatro berlinés Max Reinhardt lo descubrió en una representación estudiantil y entró a formar parte de su compañía, puso fin a su formación académica.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial, que vivió como piloto, interrumpió la carrera de actor de Murnau. Y cuando en 1919 regresó a Berlín se vio infectado, como tantos otros artistas de su generación, por el virus del cine. Con el actor Ernst Hoffman fundó una empresa de producción y puso en escena su primera película, Der Knabe in Blau / Der Todessmaragd (1919) la cual, como gran parte de la producción de su primera época, no se ha conservado hasta nuestros días. En sólo dos años, Murnau rodó ocho películas y el material existente deja entrever que ya presentaban algunas de las características que impregnarían sus obras maestras: el interés por lo desconocido, la tendencia a la melancolía y al romanticismo. Pero también su inspiración estética en la pintura y cierta predilección por combinar los escenarios naturales y los decorados artificiales.
Nosferatu (1922) situó a Murnau en la primera fila de los directores alemanes. Y la producción de la U.F.A. El último (Der letzte mann, 1924), que consiguió alzar la vista al espectador gracias a la denominada "cámara suelta", le granjeó fama mundial. Todavía más costosa fue Fausto (Faust, 1925-1926), cuya riqueza visual sigue fascinando hoy en día y que Lotte H. Eisner describió como "cénit del claroscuro". Por último, William Fox atrajo al joven director hacia Hollywood con un contrato sensacional, lo cual permitió a Murnau realizar su siguiente película con total libertad artística. A pesar de que el filme Amanecer (Sunrise - A song of two humans, 1927) cumplía las expectativas estéticas que se habían puesto en él, nunca recuperó sus costes de producción. Así, en su siguiente trabajo para la Fox, Los cuatro diablos (Four devils, 1928) y El pan nuestro de cada día (City girl, 1929-1930), Murnau se vio tan obligado por los crecientes compromisos que finalmente rescindió su contrato y se alejó del estudio para rodar Tabú (Tabu, 1930-1931) en la isla de Tahiti. Murnau no asistiría al estreno de esta maravillosa película sobre los mares del sur. Murió unos días antes en Santa Mónica a consecuencia de un accidente de coche.

-extraído de Cine de los 20 e inicios de la cinematografía, Jürgen Müller (Taschen, 2007)

-algo más...
Amanecer es una de las obras maestras más maravillosas de la historia del cine. Los cuatro diablos no se puede valorar en la actualidad con el material disponible. Tabú contaba con la colaboración del gran documentalista Robert Flaherty, y cuenta la leyenda que Murnau rodó en un lugar sagrado y prohibido cosa que le acarreó la maldición que le condujo a tan repentina muerte. Otro rumor sobre su muerte, quizá malévolo, apunta a que el accidente de tráfico que le costó la vida tenía que ver con su preferencia sexual... se dice que iba acompañado de otro hombre. En cualquier caso, en mi opinión la temprana muerte de este genio del séptimo (o quizá octavo, que la fotografía nació antes) arte fue una de las mayores tragedias de la historia del cine. Tenía 43 años, había dirigido, como quien no quiere la cosa, obras maestras como Nosferatu (insuperable aún hoy en día), El último, Fausto, Amanecer y Tabú. Su obra es de una grandeza, delicadeza y sensibilidad portentosas..., es difícil que ningún artículo o estudio pueda hacer justicia a su obra. Uno de los mejores directores de la historia del cine, de todos los tiempos.
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enlace con el trailer de Tabú
http://es.youtube.com/watch?v=XV8oiPAev-M