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El cine no es un mero pasatiempo sin más, el cine es una expresión cultural de enorme calado en el imaginario e ideario popular, y para bastante gente (junto a la televisión) su principal manera de conocer el mundo más allá del que viven día a día, por tanto la imagen que proyecta el cine es de vital importancia. El cine, por este motivo, ha sido uno de los principales instrumentos de manipulación y adoctrinamiento tanto político como social, y la existencia de prohibiciones, censuras e incluso calificaciones por edades a menudo arbitrarias (hace poco vi una película que en el mismo dvd era para mayores de 12 años en Alemania, de 15 en Inglaterra y de 18 en España) significan que el cine es poderoso e influyente más allá de lo que se suele reconocer. Y por desgracia la influencia que puede tener una película hecha sin rigor histórico puede ser desastrosa para la comprensión y expresión de un hecho histórico; de igual manera que una adaptación desvirtuadora de una obra literaria le hace un daño irreparable a la obra original que ni el honor perdido de Katharina Blum...
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En fin, creo que sobre las adaptaciones históricas se debería exigir un rigor y seriedad máximas, o sencillamente utilizar otros nombres, y respecto a las adaptaciones literarias (no importa si de obras maestras de la literatura universal como de obras corrientes) si no se respeta el espíritu y se adapta con fidelidad, lo lógico y justo sería que se diera a la obra de cine un título distinto. Los autores que han visto adaptadas sus obras y se han quejado de en qué las han convertido en el cine son bastantes, y los que no pueden quejarse porque ya murieron se revolverían en sus tumbas si vieran en qué se han quedado sus obras al llegar al cine.
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Escribo esto porque yo amo el cine, está claro, pero también amo la literatura y el rigor histórico, y el cine no es más importante que el rigor histórico ni que la literatura, el cine puede carecer de todo rigor histórico y ser completamente de ficción o tomarse licencias, claro que sí, pero cuando aborda hechos históricos debe hacerlo con mucho respeto, conocimiento y rigor. Y cuando adapta una obra literaria también. Una cosa son las licencias narrativas y otra desvirtuar una obra, se puede coger como base un relato y darle la vuelta como un calcetín, pero si se hace (y puede incluso resultar una obra maestra) que se titule de otra manera. En estos tiempos se habla mucho de libertad pero a veces en vez de libertad es libertinaje. Que una productora compre los derechos sobre un libro no le da derecho, en mi opinión, a conservar el título del libro pero desvirtuar el contenido en una película, incluso aunque la película resultara muy lograda. Creo que no es suficiente con incluir que la obra está "basada en", o libremente inspirada, que si no es fiel al original no merece llevar el mismo título porque daría una imagen distorsionada del original.
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enlace con 39 escalones
http://39escalones.wordpress.com/2007/12/15/la-tienda-de-los-horrores-sleepy-hollow/